El municipio de San Cristóbal, en la provincia de Mayabeque, atraviesa una situación crítica con el servicio de agua potable durante los últimos días del año, afectando a la población y generando preocupación por la higiene y la salud, especialmente ante la propagación de arbovirosis como el chikungunya.

Según declaraciones de Yoan Quiroz Martínez, director municipal de Acueducto y Alcantarillado, la problemática se debe principalmente a la inactividad de varias fuentes de abasto por roturas mecánicas. Por ejemplo, el pozo San Cristóbal 3 permanece fuera de servicio por un problema en la bomba, cuya reparación no es posible por falta de repuestos en los talleres provinciales. Su puesta en funcionamiento, junto a las otras dos fuentes de la cabecera municipal, significaría un impulso considerable al suministro.

Otros pozos presentan fallas similares. La fuente Santa Teresa, que abastece gran parte del Consejo Popular de Fierro, tiene bomba y motor quemados desde hace más de un año. La fuente de Productos Lácteos, que surte a La Coronela, se encuentra nuevamente en taller tras varias reparaciones fallidas. Asimismo, La Inesita, Río Hondo y Santa Ana presentan problemas mecánicos que mantienen interrumpido su servicio. La bomba de Mayarí, que abastece la comunidad costera El Mambí, se encuentra en reparación en San José de La Lajas y debe volver a funcionar antes de fin de año, según la empresa provincial de Acueducto.

A estos problemas se suman interrupciones temporales por trabajos de mantenimiento urbano, como la reparación de salideros en conductoras de la zona central de San Cristóbal. Estas labores afectaron a los consejos populares San Cristóbal 1 y 2, así como a las fuentes homónimas del municipio.

La programación de bombeo también se ha visto afectada por los constantes cortes de energía, que dificultan establecer un horario equitativo y eficiente para la distribución del agua. Los vecinos denuncian que las soluciones aplicadas han sido parciales y que muchas comunidades siguen enfrentando restricciones severas.

La crisis adquiere una dimensión sanitaria relevante. El chikungunya y otras arbovirosis presentes en la provincia exigen mantener la higiene doméstica y del entorno, lo que hace que la reducción en el ciclo de agua sea un problema grave y no solo un inconveniente. La falta de agua suficiente aumenta la vulnerabilidad de la población y complica la prevención de enfermedades.

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