El popular músico cubano Roberto Carcassés aseguró que ni él ni su padre, Bobby Carcassés, firmaron la carta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la que niegan la represión en el país.

“Ni yo ni mi papá hemos firmado esa carta”, aseguró el director del grupo Interactivo a un usuario en una publicación en Facebook.

En el mensaje en sus redes sociales, el pasado 8 de octubre, Robertico Carcassés había anunciado que su concierto para esa noche estaba pospuesto.

Decenas de usuarios aprovecharon la publicación para cuestionar la firma de su padre en la carta de la UNEAC.

Más de trecientas miembros de la UNEAC han firmado la carta del organismo, entre ellos aparece el nombre de Bobby.

En el listado publicado por La Jiribilla aparece su firma en el número 48.

En la misiva los firmantes aseguran identificarse con "el esfuerzo y la abnegación de las autoridades cubanas". 

"Rechazamos la manipulación en medios hegemónicos y redes digitales de la dura y heroica realidad de la Cuba de estos días. La represión solo existe en los mensajes que incitan a la violencia y respaldan el bloqueo, contrarios a los intereses y anhelos de la Patria", recoge el documento. 

"Son comprensibles la irritación y el disgusto que provocan las necesidades cotidianas; pero rechazamos su utilización perversa y politizada por aquellos que —guiados por intereses mezquinos y una alta dosis de cinismo— fingen compasión hacia este pueblo sin importarles sus sufrimientos", agrega.

Robertico Carcassés es uno de los artistas que más ha apoyado dentro de Cuba a quienes se manifiestan de manera pacífica.

El músico publica a menudo reflexiones en sus redes sociales para denunciar las violaciones de derechos humanos en el país.

"Entrar y salir del país de uno es un derecho fundamental. El derecho a la manifestación pacífica es un derecho fundamental. Documentarla también. La obligación de la policía es protegerla", escribió en julio pasado tras las manifestaciones en Los Palacios, Pinar del Río.

"El derecho a expresarse, a tener voz, a que no te corten la garganta o te la editen, es un derecho fundamental. Los muertos no lloran, los presos sí. Las madres, los padres, los familiares y amigos también", agregó.

"Los medios masivos de información públicos son de todos. No de una ideología, secta, culto religioso o político, que viene a ser lo mismo. El cobarde tiene derecho a existir pero no puede dirigir ni tomar decisiones que destruyan la vida a los demás. Por eso la gente debe poder elegir", concluyó.

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