Las sanciones al Banco Financiero Internacional de Cuba, constituyen el primer paso para que la administración Trump incluya al gobierno comunista en la lista de patrocinadores del terrorismo. La vinculación permanente de las fuerzas represivas cubanas con el régimen de Venezuela pone nuevamente al gobierno de la isla en la mira de las sanciones norteamericanas. 

Estados Unidos explicó que la entidad bancaria “beneficia desproporcionadamente” a los represores de la isla y financia la “injerencia” de Cuba en Venezuela. El secretario de Estado Mike Pompeo, no ha dudado en sancionar a esta entidad porque “es un banco comercial controlado por los militares cubanos que se beneficia directamente de las transacciones financieras a expensas del pueblo cubano”.

Es evidente la relación que existe entre los ingresos de remesas y otras transacciones aprovechadas por BFI y el financimiento del régimen de Nicolás Maduro. Por ello se debe esperar que Trump incluya a Cuba próximamente como país patrocinador del terrorismo. 

Con la represión a ciudadanos cubanos tras los sucesos de San Isidro y del 27 de noviembre, sumado al soporte militar del régimen a Venezuela, se hace inminente la inclusión de la isla en esta lista negra. El gobierno cubano retornará a ella después que Obama le retiró esta sanción en 2015 para propiciar un acercamiento, que el régimen no deseaba. 

Para Mike Pompeo, incluir al gobierno comunista de Cuba en esta lista, es un compromiso con la comunidad cubana emigrada que clama por una política de mano dura contra la dictadura. La administración Trump planea cerrar su gestión el 20 de enero con una postura sólida ante el gobierno cubano.

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