El régimen cubano mantiene la línea política de producir alimentos en el país con prioridad para el sector del turismo, a juzgar por un reporte desde Varadero, Matanzas, publicado el martes en el diario oficialista Granma.

El mismo refiere que los campesinos productores en esa provincia occidental garantizan sus cosechas para proveer a instalaciones turísticas locales, como el Iberostar Varadero, donde entregan verduras, frutas y viandas a través de un convenio.

“Nosotros le hacemos el pedido los lunes, y él satisface la demanda con productos frescos, de calidad y un precio mutuamente ventajoso; nunca falla, es muy responsable en su trabajo”, comenta Michel García Martínez, jefe de Abastecimiento en el mencionado hotel.

Mientras los mercados estatales donde el pueblo puede adquirir los alimentos permanecen desabastecidos, el campesino al que se refiere García entrega al hotel piña, melón, pepino, guayaba, boniato, frutabomba y “algunas frutas exóticas, de mucha aceptación entre los clientes extranjeros”.

“Queremos potenciar, sobre todo, las frutas exóticas, así como los cultivos sobre bases agroecológicas, muy demandados por los turistas. Hay que verlos cómo se deleitan al ver un racimo de plátano de la variedad manzano colgado en un espacio señalado del bufé”, resaltó un directivo del hotel Royalton Hicacos, en Varadero.

“En realidad el beneficio es mutuo, el hotel gana con productos frescos y de calidad, y el guajiro asegura con nosotros la venta de toda su producción. Nos conviene a ambos”, agregó.

Carlos Jesús Morales Martell, director de la unidad empresarial de base (UEB) Frutas Selectas Matanzas, comentó que la presión es “tremenda” a pesar de la reducción del número de visitantes extranjeros.

Producir con destino al turismo no es una opción, estamos precisados a sustituir importaciones con productos nacionales en estas circunstancias tan adversas en el ámbito económico, expuso. El vínculo directo entre los productores agropecuarios y los hoteles, garantiza hoy alrededor del 70 % de los productos frescos, tanto agrícolas como procesados, que consumen las instalaciones dedicadas al turismo.

La importación no puede ser la solución, debemos ser capaces de proveer con productos nacionales a nuestros hoteles y asegurar así la atención al creciente arribo de visitantes, dijo el directivo, destacando además la labor de responder a las “altas exigencias y necesidades” de los visitantes extranjeros.

Cuba atraviesa una de las peores crisis alimentaria y económica en el periodo de la revolución iniciada por el fallecido dictador Fidel Castro. Aun así, muchos de los esfuerzos del régimen se concentran en el diezmado sector del turismo, afectado de manera significativa por la pandemia del coronavirus.

Construcciones de hoteles y variedades de ofertas alimentarias para los turistas, contrastan con la situación que a diario enfrentan las familias cubanas, que hoy día incluso ni siquiera pueden acceder con normalidad a la canasta básica que distribuye el gobierno a través de la libreta de abastecimiento. Al mismo tiempo, los alimentos y artículos de primera necesidad llegan casi exclusivamente a las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).

A comienzos de febrero, las cifras oficiales confirmaron el peor escenario para el turismo en Cuba, ya que 2021 cerró con 869 181 viajeros menos que en 2020.

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