Este domingo cientos de cubanos acudieron al llamado del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), para respaldar, desde la isla, la caravana internacional convocada por el activista Carlos Lazo. Este profesor cubanoamericano es un ferviente defensor del fin del embargo y la eliminación de sanciones contra las dictadura y sus empresas. 

El proyecto “Puentes de amor”,une a pequeños grupos de cubanos que comulgan con las políticas del régimen en diferentes partes del mundo. El profesor Lazo hizo un llamado a “una movilización universal, galáctica, para que en todos los lugares la gente levante su voz en contra del bloqueo y las sanciones del gobierno norteamericano”, proclamó.

Dentro de la emigración cubana este tipo de acciones de clara bandera comunista no reciben respaldo masivo. A pesar que la estrategia de Lazo fue mezclar la reunificación familiar como el tema “Embargo”, esta estratagema no logró calar en el exilio como esperaba su promotor. 

Los cubanos en Estados Unidos exigen que el gobierno tome medidas urgentes y viables para concretar los procesos de visados y reunificación familiar que llevan congelados por diversos factores. La molestia va en aumento y se acrecienta por los planteamientos para nada “salomónicos” de los congresistas cubanoamericanos que plantean volver la Base Naval de Guantánamo en un flamante consulado. 

El error de Lazo fue enlazar la cuestión familiar con las sanciones al régimen, cuando Cuba vive la peor ola de represión de la última década y el exilio plantea con fuerza el mantenimiento de las sanciones asumidas por la administración Trump. El gobierno Biden no moverá un dedo, por ahora, para aliviar al régimen en su crisis moral, económica y política.

Recomendado para ti