Pueblo hace justicia y aprehende a ladrón en San Miguel del Padrón
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 11 de enero de 2025
El pueblo se ha convertido en el principal ejecutor contra la delincuencia si tenemos en cuenta lo tardíamente que actúa la policía cuando no se trata de actos políticos contra el estado. Ahora, un delincuente que le arrebató el teléfono celular a una niña en San Miguel del Padrón, La Habana, fue aprehendido por vecinos y transeúntes. El abusador, según reflejan improntas del momento, se ve detenido por las masas en espera de que aparecieran las autoridades policiales.
En Cuba, ante la percepción de inacción o demora por parte de la PNR, se ha generalizado que la población tome la justicia en sus manos frente a situaciones de robo o abusos. El caso de San Miguel del Padrón no es único; así por ejemplo, en junio de 2024, un joven fue sorprendido robándole la cartera a una señora mayor cerca del Parque de la Fraternidad. Los transeúntes lo interceptaron, lo retuvieron y lo entregaron a la policía. Algunos testigos comentaron que le dieron una "lección moral" antes de su entrega.
En un agromercado en Boyeros, un individuo que hurtó, fue atrapado mientras intentaba robar el bolso de una vendedora en un mercado. Los demás trabajadores del lugar y los clientes lo acorralaron y lo obligaron a devolver el bolso antes de ser llevado por las autoridades.
Ladrón neutralizado en Santiago de Cuba: En 2023, un hombre que intentó robarle el teléfono a una mujer en la Avenida Garzón fue perseguido por los vecinos, quienes lograron atraparlo. Fue retenido hasta que llegó la policía. El caso generó debates sobre la seguridad ciudadana en la provincia.
Robo frustrado en un ómnibus en Marianao: Un pasajero fue sorprendido sacando la billetera de otro dentro de una guagua. Los demás pasajeros intervinieron, lo retuvieron y se aseguraron de que la billetera fuera devuelta antes de entregar al hombre a la policía.
Reacción vecinal en Cienfuegos: En un barrio de esta provincia, un joven intentó robar una bicicleta. Los vecinos que lo observaron lo siguieron, lo acorralaron y lo entregaron a las autoridades, no sin antes exigirle disculpas públicas.
Este tipo de acciones refleja el descontento popular con la falta de seguridad, pero también puede generar riesgos, ya que tomar justicia por mano propia puede desembocar en actos de violencia o en situaciones fuera de control.
No obstante nos preguntamos ¿y si no es el pueblo quién hace justicia?