Cientos de voces se han alzado desde la víspera para condenar el acto de repudio que hicieron un grupo de personas alentadas por la seguridad del estado (SE), a una familia cubana.

 Como los propios afectados relatan quienes actuaron son vecinos de ellos mismos, incluso maestros de los niños que viven en ese hogar, todos instrumentados por la SE.

Las víctimas fueron la activista cubana Anyell Valdés Cruz, sus tres hijos menores de edad y su madre anciana, quienes además fueron advertidos de que podrían quedar en la calle pues el lugar donde viven desde hace 5 años pertenece al Estado.

Para el periodista Ariel Montenegro esto no puede quedar impune, desde su perfil social en Facebook, ha reclamado:

Exijo a las autoridades que se juzgue y sancione a todos y cada uno de los implicados en el acto fascistoide de la pintura azul. Eso se llama allanamiento de morada y maltrato a la propiedad, por lo bajito, para no hablar de maltrato sobre las personas.

Por otro lado, exijo que a los "pintores" se les aplique la misma ley que a los de la sangre de puerco en los bustos de Martí, puesto que se utilizaron el nombre de Fidel y una consigna considerada patriótica para cometer un acto de vandalismo.

De más está decir, que el Código Penal aclara como agravante que el delito fuese cometido o incitado por un funcionario público en uso de sus funciones, vaya, por si acaso.

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