Padres cubanos se quejan del mal estado de la base material de estudio que le han entregado a sus hijos en algunas escuelas de la isla.

“Ellos piensan que uno trabaja en la “Empresa Reconstructora de libros” o que somos familia del mago Lázaro”, lamentó un padre en el grupo de Facebook: Madres cubanas por un mundo.

El cubano, que al parecer pasó toda la noche trabajando en el arreglo de los libros de su hijo, trató de bromear en otras publicaciones y se autocalificó como listo para trabajar en la Oficina del Historiador de la Ciudad.

“Si alguien trabaja en la Oficina del historiador ya estoy listo para la restauración de libros”, dijo en otros post.

“Uno se ríe, pero es para no llorar”, lamentó una madre.

Otra cubana contó que estuvo arreglando materiales hasta la madrugada: “No es fácil, me dieron las 12 de la noche haciendo magia con los libros”.

Otra madre explotó por la cobertura que dio la prensa oficialista al inicio del curso: “Bueno espero que hayan visto como yo la escuela donde inauguraron oficialmente el curso 23/ 24....Una maravilla. No sé en qué municipio fue..perooo...las madres..abuelas...maestros..todos dijeron maravillas ..no habían libros rotos, ni baños sin agua..ni aulas sin pintar. Tampoco tenían que llevar el mentado refuerzo. Es todo un teatro..el día que una profesora se llene de valor al igual que lo pudo hacer una madre de cualquiera de esas, se acabará la doble moral. Nadie le dijo al Presidente cuánto costaba el curso a un madre y familia en general. Nada aquí parece que no pasa nada. Es inadmisible ver esto”.

Los padres cubanos siguen compartiendo la odisea que es el inicio del curso escolar. Los altos precios de los artículos básicos para el colegio son otro problema de gravedad.

Un mensaje al respecto se ha hecho viral en las redes sociales: “Comienzo del curso escolar 2023-2024: Mochila, de 6500 a 8000 pesos (CUP); zapatos, de 5000 a 10 000 CUP; medias, 350 a 500 por cinco pares mínimo hasta 2500 pesos y material escolar de 2000 a 3000 CUP”, afirmaron en Facebook.

“Sin contar los extras de hembra: licritas, bobitos, felpitas y bla, bla, bla. Varones, camisetas y etc. Sin contar cuando lleguen a las escuelas ver lo que hay que aportar para el aula, comprar algún libro e imprimir cuadernos porque no hay y así seguimos, y entonces quién le pone el cascabel al gato”, cuestionaron.

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