Durante un recorrido por la provincia de Artemisa el fin de semana, el ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez, pidió “poner el corazón” para solucionar la crisis del servicio en ese territorio occidental del país.

Hay que poner el corazón en cada una de las acciones que se ejecutan para lograr solucionar la compleja situación de la provincia en materia de transporte, enfatizó Rodríguez, de acuerdo con un reporte de la prensa oficialista local.  

Entre otros propósitos, el titular visitó Artemisa para chequear el estado del parque automotor para garantizar el inicio del curso escolar 2022-2023. Transporte Escolar cuenta con 178 ómnibus, de ellos, 30 propuestos a baja y una marcada obsolescencia tecnológica en los equipos, dijo Jorge Rojas, director de la UEB.

“En medio de las circunstancias, apreciamos la voluntad de los transportistas artemiseños de buscar soluciones, identificar variantes, reorganizar, tomar medidas para aprovechar mejor lo que tenemos y al mismo tiempo, continuar levantando capacidades”, comentó el titular del ramo.

De acuerdo con lo planteado en el intercambio, las necesidades superan las posibilidades reales para cubrir los más de 100 viajes de educadores y pases diarios de educandos, así como el traslado del personal de Salud Pública, trabajadores del Gobierno y otros servicios de primeras posiciones.

Por otro lado, en la Empresa Integral de Servicios Automotor (EISA), trascendió que precisan de acciones técnicas las ambulancias y carros fúnebres. Estos últimos presentan la situación más compleja por el índice de deterioro de los equipos y la falta de partes y piezas disponibles.

El nuevo curso escolar en Artemisa comenzará con múltiples dificultades, como las condiciones de los centros docentes. La falta de presupuesto y de recursos ha retrasado las labores de mantenimiento y construcción. El círculo infantil Mi Carrusel no pudo recibir a los niños el pasado 18 de agosto por carecer de agua, mientras urge atender filtraciones en las estructuras de la segunda planta y las redes eléctricas.

En la escuela primaria Marina Azcuy, con matrícula de 173 estudiantes, las acciones constructivas se concentraron en colocar seis ventanas de hierro fundido, sustituir una taza sanitaria, enchapar uno de los baños, pintar y tapar la tubería de desagüe, dijo Josefina Cabrera Alonso, la directora.

Pero la escuela dispone de solo dos baños para docentes y alumnos, con un tanque de fibrocemento en desuso que obliga a cargar cubos de agua para descargarlos. La directora del centro asegura que hace tiempo prometieron una turbina para llevar el agua hasta las alturas, la cual todavía no llega a la instalación educativa.

Cuba vive hoy la peor crisis económicas en décadas de revolución castrista. En mayo, el gobierno cubano calificó de "crítica" la situación del transporte público en La Habana, el territorio más poblado del país con más de dos millones de habitantes, donde solo funcionaba el 30 por ciento del parque total de ómnibus.

Según cifras oficiales, más de 40 mil personas en La Habana, sobre todo en los municipios de Plaza de la Revolución, Cerro y La Lisa, estaban trabajando desde sus casas debido a la falta de transporte público en la ciudad.

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