El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, aseguró que el Estado ha destinado alrededor de 1.150 millones de dólares a un programa para rescatar el Sistema Electroenergético Nacional (SEN), una afirmación que provocó una fuerte reacción negativa en redes sociales, marcada por el cansancio y la desconfianza ciudadana ante los apagones persistentes.

La información fue divulgada por la Unión Eléctrica (UNE) a través de Facebook, donde se explicó que, pese a las limitaciones financieras del país, esos recursos habrían permitido recuperar 422 megawatts (MW) en generación distribuida, superando así los 1.000 MW por esa vía, además de sumar otros 228 MW en generación centralizada.

Según el comunicado oficial, también se han sincronizado 778 MW mediante la instalación de 41 parques solares fotovoltaicos, los cuales —afirma la UNE— llegan a aportar más del 30 % de la generación nacional durante las horas de mayor radiación solar.

Sin embargo, lejos de generar alivio, el anuncio encendió el malestar de una población que sigue enfrentando apagones de hasta 20 horas diarias en varias provincias. Para muchos usuarios, las cifras no se corresponden con la realidad que viven en sus hogares.

“Pueden decir que invirtieron millones, pero mientras el país siga a oscuras eso no importa. La solución no es hablar, es resolver”, escribió una usuaria desde Matanzas. Otros cuestionaron directamente la relación entre el dinero invertido y los resultados obtenidos.

“Es demasiado dinero para tan pocos MW y sin mejoras visibles. O sobran ceros o faltan resultados”, comentó un trabajador del sector de las telecomunicaciones, quien añadió que con esos fondos se podrían haber construido nuevas termoeléctricas con décadas de vida útil.

Las críticas se repiten desde distintos sectores y provincias. Madres, padres e ingenieros coincidieron en que la situación energética no solo no mejora, sino que empeora con el paso del tiempo. “Cada año estamos peor. ¿Dónde está esa inversión?”, preguntó un residente en Camagüey.

El tono irónico también estuvo presente. Desde La Habana, un usuario escribió: “Se nota muchísimo la inversión, cada día los apagones van ganando”. Otros fueron más duros y acusaron al Gobierno de presentar “parches” como grandes logros, mientras la población lidia con cortes prolongados, falta de agua y deterioro general de la calidad de vida.

Las reacciones dejan en evidencia el profundo descrédito con el que amplios sectores de la sociedad reciben los anuncios oficiales sobre el sistema eléctrico. Mientras el Gobierno insiste en cifras, planes y megawatts recuperados, la experiencia cotidiana de millones de cubanos sigue marcada por la oscuridad, la incertidumbre y la sensación de que las soluciones reales continúan sin llegar.

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