“Necesito hacer una denuncia porque a la verdad ya estoy cansada del descaro de este país”, dijo este miércoles una ciudadana desde Chambas, Ciego de Ávila.

“Mire esto, ya estoy cansada. Fui a buscar la leche para mi niño de tres añitos y me dijo la bodeguera que tenía que dejarle el pomo para ella comprarme la leche por sus medios porque la leche no llegó completa. No entiendo el por qué el agua salada y de paso casi cortada que le da este mísero gobierno a los pobres niños, los ‘carreros’ tienen que robársela también”.

“Mira lo que tuve que darle de desayuno a mis hijos. Esto es inconcebible. ¿Hasta cuándo va a ser esto?”, cuestionó con una foto bajo condición de anonimato.

En la imagen se ve al pequeño con apenas un pan y agua con azúcar.

Varias madres cubanas lamentaron la situación del pequeño de tres años.

“En esa misma situación nos encontramos todas las madres cubanas de a pie y te creo. Es desesperante y duele el alma y el corazón al no poder alimentar adecuadamente a nuestros hijos y familia. La miseria nos está matando lentamente. Estamos viviendo una guerra psicológica día a día y no hay quienes den una solución. Sólo la misericordia divina de Dios me da fortaleza para seguir adelante”.

“Imagina que de las seis bolsitas que le toca a mi hija desde el mes de septiembre del año pasado es una historia. Tuve que comprarla a 500 pesos porque nunca hubo respuesta y el administrador ya es otro que nada tiene que ver. Te quejas y no hay respuesta. Falta de respeto es poco”.

“No es fácil todo lo que tenemos que pasar en este país. Cada día está peor pero ni mortificarse con eso. Se los digo yo que vivo estresada, así estamos todas las madres cubanas. Es un descaro todo lo que estamos viviendo, lo poquito que nos corresponde, aparte de todo nos los roban también. Yo misma tengo tres bebés pequeñitos y por desgracia huérfanos de padre y ni así este estado me ayuda en nada. Viviendo en un Pacané de aquí de Palancón, viviendo una terrible situación", apuntó una madre cubana

“Si sus niños no tienen comida o merienda no los manden a la escuela ni mierda. Esto tiene que cambiar si todas las madres hicieran lo mismo porque con el estómago vacío no entran las clases”, agregó.

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