La Empresa Eléctrica de La Habana anunció que aproximadamente el 50% de los clientes han recuperado el servicio eléctrico tras la caída total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) el pasado viernes. Sin embargo, las cifras presentadas por el gobierno intentan maquillar la realidad que enfrenta la mayoría de la población, que sigue sufriendo largos apagones.

Mientras se afirma que 172 circuitos de la capital han recuperado el servicio, representando 317 MW de generación, miles de ciudadanos siguen sin luz, cocinando con métodos alternativos y enfrentando dificultades para adquirir alimentos básicos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por destacar avances en la recuperación, el acceso a la electricidad sigue siendo limitado y la incertidumbre es constante.

El gobierno menciona el uso de "microsistemas" en varias regiones del país para generar electricidad, pero no aborda la verdadera causa del colapso del sistema eléctrico ni las medidas a largo plazo que se adoptarán para evitar futuras crisis. Las promesas de restablecimiento dependen de las capacidades de generación, pero hasta ahora, el pueblo cubano sigue pagando las consecuencias de la mala gestión del sector energético, que ha llevado al país al borde del colapso eléctrico.

Esta nueva crisis deja en evidencia la falta de transparencia y la ineficacia del gobierno para garantizar servicios básicos, mientras la desesperación crece entre los ciudadanos que, cada vez más, expresan su malestar en las calles.

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