Se verán horrores no...¡se están viendo! Un joven santiaguero falleció en La Habana, aún por causas desconocidas, y al tratar de trasladar el cuerpo a su Santiago, la negativa por falta de transporte se hizo presente. El occiso, llamado Humberto Barrera Pérez, tenía 31 años y era natural del barrio El Caney, pero residía en La Habana al momento de su fallecimiento. Apareció muerto en un pasillo, en circunstancias que no han sido aclaradas.

Según informó en Facebook el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada: "su cuerpo no pudo ser trasladado a su natal ciudad donde residen sus familiares y allegados", le confirmó al reportero un pariente del fallecido. "Hubo que enterrarlo en La Habana por no haber transporte para Santiago. Imagínate, solo lo sepultó la madre y un amigo nuestro que pudo ir". Su mamá hizo cuanta gestión pudo pero al final la respuesta fue la misma: no hay transporte.

En mayo pasado, las familias de dos santiagueras que murieron en Las Vegas, Estados Unidos, denunciaron la ineficiencia, corrupción y falta de empatía y ética del gobierno, ya que los cadáveres llegaron un sábado a La Habana y el martes siguiente no habían sido trasladadas a Santiago de Cuba para darles el último adiós. "Un servicio que está pagado desde el extranjero en divisas, volvieron a cobrar en moneda nacional y no acaban de entregarnos a mi niña; encima, para ahorrar combustible nos pusieron a las niñas con un cadáver más en cada coche fúnebre...", protestó la madre de una de las jóvenes.

La mujer subrayó que las dos chicas llevaban más de dos meses fallecidas y durante ese tiempo estuvieron en un sitio bien resguardadas en Estados Unidos. Su preocupación crecía ya que en Cuba no existen las mismas condiciones, no hay carros fúnebres climatizados, las temperaturas son altísimas y los apagones constantes.

Son innumerables las vicisitudes que atraviesan los cubanos para dar sepultura a sus seres queridos. Muchos incluso tienen que asumir gastos y gestiones que en teoría le corresponden al Estado.

Hay quien ha sufrido al ver cómo su familiar empieza a descomponerse en su casa debido a la falta de ataúd y transporte para trasladarlo a la funeraria.Otr os han tenido que buscar el transporte para el féretro, meter al fallecido en la caja y llevarlo a la funeraria y luego comprar el cemento para sellar la bóveda y hasta cerrar la tumba en el cementerio.

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