La entidad estatal cubana Los Portales S.A., encargada de la fabricación de refrescos Ciego Montero, decidió investigar la calidad de tales productos tras una denuncia sobre presuntos cambios en el sabor de los mismos.

Las indagaciones fueron motivadas por una queja que compartiera el medio independiente CiberCuba sobre las bebidas que habitualmente se comercializan en Moneda Libremente Convertible (MLC) y que escasean bastante en la isla desde hace varios años por déficit de materias primas.

“En estos momentos nos encontramos investigando la causa raíz de los lotes en que se ha manifestado el problema”, aseguró Elizabet Linares Urquiola, especialista en Gestión de Calidad, a la referida publicación.

“Aún no hemos encontrado la respuesta definitiva y a tales efectos también estamos enviando muestras para su análisis en laboratorios internacionales que cuentan con equipos de alta gama para poder determinar elementos de la receta que puedan haber dado lugar al cambio de sabor que han apreciado los consumidores”, agregó.

De igual modo, la especialista comentó que es la primera vez que tienen un reporte de esta naturaleza, asegurando que se trataba de una situación particular. “Tampoco lo justificamos, porque forman parte de los valores de la empresa, brindar siempre un servicio de calidad a nuestros clientes y consecuentemente a los consumidores”, subrayó.

Los Portales S.A., también conocida por sus producciones de agua embotellada, imprime en las etiquetas de sus mercancías las vías para que los clientes hagan saber sus quejas y soliciten información personalizada.

“Cualquier queja que se recibe de nuestros productos es tratada por un procedimiento establecido al respecto y se maneja como una oportunidad de mejora”, dijo. La queja en cuestión fue publicada en octubre, cuando una cubana denunció la mala calidad de los refrescos gaseados de naranja adquiridos en una tienda estatal, un criterio respaldado por varios internautas.

La especialista dijo que debían conocer el lote del producto para darle seguimiento. “Este número se encuentra impreso en la botella y con él se puede hacer una investigación detallada del producto que ha sido causa de la queja y todo lo relacionado con su producción: desde el día en que se fabricó, los ingredientes utilizados, el turno de operadores que intervino y hasta el camión en que salió de la fábrica a su destino final”, explicó.

“De cada lote producido se guardan muestras testigos en el laboratorio, precisamente para no perder la trazabilidad del producto ante una situación como la que nos ocupa”, agregó. 

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