El conocido influencer y humorista cubano Miguel David Estévez, Miguelín, con más de un cuarto de millón de seguidores, festeja hoy por todo lo alto la compra de una vivienda en Miami. Según amigos y familiares, Miguelín, un cubano triunfador, soñaba con poseer su propia casa por lo que la fiesta está más que justificada.

El humorista es un ejemplo de otro cubano más que triunfa al dejar detrás la Isla del horror, donde las libertades para realizar su trabajo eran inexistentes.

Miguel David, quien había llegado a Miami por la difícil travesía de “los volcanes” desde Nicaragua en marzo de 2022, es muy conocido por los videos que protagoniza con el título de “Las locuras de Miguelín”, videos de corte humorístico que reflejan los problemas existentes en Cuba, tanto de índole económico como social, dándole un toque de sátira al tratarlos.

Los sketchs de “Las locuras de Miguelín”, programa de youtube, cuentan con más de 380 mil seguidores en redes sociales; algunos de los sketchs más seguidos son “La casa sin papel”, “La Convivencia”, “Los apagones en Cuba” y “La carne de vaca”, nombres muy atractivos si los relacionamos con la realidad cubana.

A ”Las locuras…” se ha unido otro podcast, “De la vida Tertulia”, un proyecto que constituye otra manera de interactuar con su público.

El éxito de Miguelín en Miami es un claro ejemplo de cómo el talento cubano, una vez liberado de las restricciones de la isla, puede florecer y alcanzar grandes logros. La capacidad de Miguelín para satirizar la dura realidad cubana y convertirla en humor ha sido clave en su conexión con un público amplio y diverso. Su historia no solo es un testimonio de superación personal, sino también un reflejo de la difícil situación que enfrentan muchos cubanos que buscan un mejor futuro fuera de su país.

Miguelín se ha consolidado como una voz humorística crítica, logrando triunfar en un entorno donde las oportunidades le fueron negadas en su tierra natal. Su éxito refuerza la importancia de la libertad de expresión y las oportunidades que brinda un entorno más abierto y democrático como el de Miami.

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