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La Revolución de la incapacidad: Cuba entrega tierras a Vietnam para producir arroz

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 8 de enero de 2025

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En un hecho que refleja el fracaso absoluto del modelo agrícola cubano, el gobierno de Cuba ha entregado 308 hectáreas de tierras agrícolas a una empresa vietnamita para la producción de arroz en Los Palacios, Pinar del Río. Esta "iniciativa sin precedentes", como la califican los propios funcionarios cubanos, no es más que una evidencia del deterioro acumulado durante los 65 años de la Revolución, en los que el país ha pasado de ser un exportador de productos agrícolas a un dependiente crónico de importaciones.

Vietnam, la tabla de salvación

Según Jorge Félix Chamizo, director adjunto de la Empresa Agroindustrial de Granos de Los Palacios, la empresa vietnamita aportará los insumos, tecnologías y expertos necesarios para sacar adelante la producción arrocera. Además, contratará directamente la mano de obra cubana, una acción que deja en claro la incapacidad de las autoridades locales para gestionar de manera eficiente incluso su propio sistema laboral.

Mientras Vietnam, un país que superó los estragos de la guerra y se ha convertido en un ejemplo de desarrollo agrícola, aporta todo lo necesario para garantizar el éxito de este proyecto, Cuba aporta tierras abandonadas, sistemas de riego cubiertos de maleza y su historial de fracasos en la producción alimentaria.

La debacle de la agricultura cubana

La entrega de tierras a Vietnam es solo un reflejo de un problema mucho mayor. El sector agrícola cubano, que en su día fue el orgullo del país, está hoy en ruinas. La producción de azúcar, otrora símbolo de la economía nacional, se encuentra en niveles históricamente bajos, con cifras que apenas alcanzan el 10% de lo que se producía antes de 1959. La ganadería ha seguido un camino similar, con una disminución drástica en la producción de carne y leche.

El arroz, alimento básico en la dieta cubana, no es la excepción. Los rendimientos en tierras gestionadas por la entidad local en Los Palacios son de apenas 1,7 toneladas por hectárea, mientras que la empresa vietnamita aspira a rendimientos de siete u ocho toneladas. La diferencia radica en algo que el propio Chamizo admite: la ausencia de insumos básicos, como fertilizantes y plaguicidas, debido a la "compleja situación económica del país".

¿Una estrategia de desarrollo o desesperación?

La iniciativa de entregar tierras a Vietnam se presenta como una apuesta por atraer inversión extranjera al sector agrícola cubano, pero en realidad es un grito de auxilio de un gobierno que ha agotado sus propios recursos. En lugar de invertir en tecnología, infraestructura y capacitación, el régimen recurre a entregar tierras en arriendo, reflejando su incapacidad para gestionar la soberanía alimentaria del país.

Esto no es más que la continuación de una política que, durante décadas, ha priorizado la centralización y el control estatal en detrimento de la eficiencia. Las políticas agrícolas de la Revolución han dejado un panorama desolador: maquinaria agrícola obsoleta, suelos degradados y una fuerza laboral desmotivada y empobrecida.

Un fracaso de la Revolución

El proyecto con Vietnam no solo es un reconocimiento implícito del fracaso del sistema agrícola cubano, sino también un símbolo del deterioro generalizado que ha caracterizado a la Revolución en todas las áreas. Desde la industria hasta la ganadería, pasando por la producción alimentaria, el modelo económico cubano ha demostrado ser insostenible.

El hecho de que un país como Cuba, con tierras fértiles y un clima favorable, tenga que depender de una nación extranjera para cultivar arroz es una prueba contundente de la incompetencia del gobierno. En lugar de 65 años de progreso, lo que ha dejado la Revolución es un país en ruinas, incapaz de alimentar a su propia población.



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