Desde la localidad de La Ceiba, en el municipio Palma Soriano, Santiago de Cuba, las autoridades realizaron un operativo que permitió detectar y confiscar productos comercializados de manera ilegal, según informó el perfil oficialista de Facebook Héroes del Moncada.

La acción policial se centró en una finca de la zona, donde un residente aprovechaba las necesidades de sus vecinos para lucrar con la venta ilícita de productos básicos. Durante el registro, los agentes decomisaron más de 35 cilindros de gas vacíos, utilizados para la comercialización de gas licuado de forma irregular y a precios abusivos. Además, se encontraron 40 tejas de zinc de las cuales el propietario no pudo presentar documentos que acreditaran su procedencia legal.

La fuente oficial subrayó que estas acciones forman parte del esfuerzo continuo de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) por enfrentar cualquier actividad delictiva que busque obtener ganancias a costa de la población, en especial aquellas relacionadas con bienes de primera necesidad, cuya escasez afecta directamente a las familias cubanas.

La profunda crisis económica que atraviesa Cuba ha dejado a gran parte de la población en una situación de extrema vulnerabilidad, donde los salarios no alcanzan para cubrir siquiera los bienes y servicios más básicos. La escasez de alimentos, productos de higiene, combustible y materiales de construcción ha llevado a muchos ciudadanos a buscar alternativas en el mercado informal o mediante prácticas ilícitas, simplemente para poder subsistir y garantizar un mínimo de bienestar para sus familias. La falta de producción nacional suficiente y la dependencia de importaciones, sumadas a décadas de políticas económicas ineficientes, han generado un entorno en el que sobrevivir implica enfrentarse a la escasez diaria y a precios que muchas veces se disparan por encima del poder adquisitivo promedio.

Esta situación ha convertido el acceso a bienes esenciales en un verdadero desafío cotidiano, y ha incentivado la aparición de prácticas ilegales que van desde el acaparamiento y la reventa de productos básicos hasta el comercio de materiales de construcción sin documentación. La incapacidad del gobierno para garantizar suministros básicos obliga a los ciudadanos a asumir riesgos legales y económicos, mientras buscan cubrir necesidades fundamentales como la alimentación, la energía o el techo de sus hogares. La creciente dependencia del mercado negro refleja, en última instancia, la insuficiencia de un sistema estatal que no logra proteger ni satisfacer las demandas esenciales de su población, dejando a muchos cubanos en la difícil encrucijada de elegir entre la legalidad y la supervivencia.

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