El gobierno cubano fijó este miércoles el precio minorista único para la venta regulada de la papa en 11 pesos la libra, tras la publicación de una resolución del Ministerio de Agricultura referida a los costos de dicho producto.

Así lo consigna la Gaceta Oficial Ordinaria número 9 que contiene la Resolución 5/2023 del referido ministerio, la cual expresa la necesidad de “establecer el precio de acopio en el campo del producto papa, tanto la cosechada con semilla multiplicada nacionalmente, como la cosechada con semilla importada; así como su precio minorista único”.

El documento legal indica que el margen para la comercialización mayorista del producto —establecido en 2020 por el Ministerio de Finanzas y Precios— se comparte entre las partes de mutuo acuerdo, según las funciones que le corresponden.

También señala que el precio de acopio en el campo de la papa cosechada con semilla multiplicada nacionalmente es de 19 261 pesos con 64 centavos la tonelada (886 pesos el quintal), mientras que la obtenida con semilla importada, tiene un costo de 15 174 pesos con 52 centavos la tonelada (698 pesos el quintal).

La ministra de ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, en la Resolución 10 de ese organismo el 17 de enero, otorgó al titular de Agricultura la facultad para aprobar los precios de acopio, mayoristas y minorista de la papa. La resolución entra en efecto a partir de la firma del documento

En febrero del año pasado, varios cubanos estallaron cuando el Gobierno provincial de La Habana anunció el aumento del precio de la papa. “Se hace necesario actualizar el precio minorista de venta a la población, incrementando de tres a cinco pesos la libra de papa fresca, así como disponer de un nuevo precio de seis pesos por libra para la papa conservada en frigorífico, que se vende fuera de época”, informaba la prensa oficialista local.

“¿Hasta cuándo el alza de los precios, por favor? Ese producto valía 0,40, después un peso, luego tres pesos y ahora cinco y seis pesos. No se dan cuenta que esa era la vianda que podían adquirir los jubilados y los vulnerables”, lamentaba una usuaria.

El pueblo cubano sufre una inflación sin precedentes, en una de las peores crisis de alimentos desde la llegada de la revolución castrista al poder. 

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