Las autoridades en Santiago de Cuba anunciaron que en los próximos días comenzarán varios juicios relacionados con hechos vandálicos ocurridos tras el paso del huracán Melissa, un fenómeno que agravó aún más la ya compleja situación económica y social de la provincia. La Fiscalía Provincial confirmó que mantiene un proceso judicial acelerado contra los implicados, en un contexto donde la escasez de recursos ha dejado a la población en una situación extremadamente vulnerable.

Según informó Maritza Paredes Pera, Fiscal Jefa en Santiago de Cuba, la devastación causada por Melissa afectó tanto instituciones estatales como viviendas particulares. Sin embargo, la crisis se profundizó debido a la actuación de personas que, aprovechando el caos, participaron en delitos como robo de tejas, cables eléctricos, electrodomésticos y alimentos. Estas acciones, señaló, obstaculizan aún más la recuperación y afectan directamente a las familias que quedaron en situación precaria tras el huracán.

Paredes Pera explicó que hasta el momento se han radicado 15 procesos penales, y la mayoría de los acusados cumplen prisión provisional como medida cautelar. De ellos, ocho expedientes ya fueron presentados ante el Tribunal Provincial Popular. En todos los casos, la Fiscalía ha solicitado que se aplique la circunstancia agravante prevista en el artículo 80.1 inciso (D) del Código Penal, que incrementa la responsabilidad penal cuando los delitos se cometen aprovechando situaciones de desastre o calamidad pública.

La funcionaria sostuvo que el actuar de estas personas representa una violación directa del orden jurídico y afecta gravemente la capacidad del Estado para atender a los damnificados. En medio de un país con severas limitaciones de recursos, los robos realizados tras Melissa no solo generaron más daños materiales, sino que entorpecieron las labores de asistencia y recuperación en una provincia ya golpeada por apagones, escasez de combustible y un deterioro general de los servicios.

Mientras los juicios avanzan, la población santiaguera continúa esperando una recuperación que no termina de llegar. A las afectaciones del huracán se suman la falta de materiales de construcción, los prolongados cortes eléctricos y la caída en la disponibilidad de alimentos y servicios básicos, un contexto que ha aumentado la tensión social y ha obligado a muchas familias a sobrevivir con lo mínimo.

Los procesos judiciales serán, en teoría, una respuesta al desorden ocurrido, pero para muchos santiagueros el verdadero desafío sigue siendo la lenta y difícil reconstrucción de sus vidas en una provincia donde el huracán solo expuso, una vez más, las profundas carencias que ya existían mucho antes de Melissa.

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