El expelotero cubano Lázaro de La Torre habló de los motivos por los cuales no fue a Florida en 2013 para el juego celebrado por los 50 años del equipo Industriales, de La Habana, en el cual participaron veteranos del conjunto capitalino.

“¿Industriales pertenece a Cuba o a Miami? A Cuba, ¿verdad?”, cuestionó el exlanzador en declaraciones a la revista deportiva Play Off. “Entonces, eso es una ofensa para el lado de acá. Estoy de acuerdo, en Cuba no se hace. ¿Por qué no se ha hecho aquí? Eso es una pregunta que le haría a nuestros dirigentes”, dijo.

Sin embargo, para De La Torres, el sur de Florida no debió ser la sede del encuentro. “(…) Ir a celebrarlo allá es una ofensa para mi Comandante (Fidel Castro), porque, además, todo estaba financiando por la contrarrevolución”, señaló. “No tenía nada que festejar allá. Supuestamente, iban a dar 3000 dólares, pero no me compran con dinero”, aseguró.

El partido estaba planificado para el reencuentro entre veteranos de Industriales en la isla y otros que habían partido a Estados Unidos. Los jugadores retirados fueron programados para jugar contra sus ex compañeros.

Alejandro Cantón, de Somos Cuba Entertainment Group, quiso traer jugadores veteranos, todos mayores de 40 años en representación del equipo habanero, creado después de la revolución de Fidel Castro de 1959 con la intención de representar a los trabajadores del país.

Con Industriales, De La Torre logró más de 200 victorias en series nacionales, por lo que fue conocido como el “Brazo de Hierro”. En total, acumuló 208 victorias, 161 partidos completos y 1716 ponches, además de varios premios en competiciones internacionales.

Según contó en la entrevista, llegó al beisbol de forma más organizada después de salir del ejército, “cuando en El Cotorro me puse a competir en tercera categoría, segunda categoría y así, sucesivamente, hasta llegar a las Series Nacionales”. “También practiqué judo y fui alumno de Ronaldo Veitía [legendario entrenador cubano], pero mi amor era el diamante”, asegura.

No jugó siempre como lanzador. “En un inicio era primera base y jardinero. Tenía mucho brazo, nadie me doblaba y así fui creando fama. Desde niño, tumbaba mangos, tiraba las piedras más lejos que el resto. Era muy intranquilo. Jugué casi todos los deportes, lo único que no hice fue el ajedrez, porque es pasivo”, dijo.

“Cuando salgo del ejército me vinculó con la pelota y el judo, los simultaneaba. Por la mañana, iba para el béisbol y ahí guardaba todos los bultos del judo, como kimonos, chancletas y, por la tarde, lo hacía al revés. Entonces, en la pelota del barrio, que era la tercera categoría, de ahí salía una preselección para la segunda”.

Pasó a integrar los Industriales en los años 80. De La Torre fue abridor uno de los juegos más famosos en la historia de la pelota cubana, cuando Agustín Marquetti conectó un legendario jonrón que le aseguró la victoria al equipo.

Según declaró, no se retiró en 2002 del deporte, sino que lo “botan”. “Tenía 43 años, pero seguía tirando 92-93 millas. Tengo los mejores números de un lanzador de La Habana y todavía no me han hecho el retiro”, dijo.

Recomendado para ti