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Europa corta definitivamente el tránsito de gas ruso a través de Ucrania

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 1 de enero de 2025

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El suministro de gas ruso a Europa mediante los gasoductos que atraviesan Ucrania ha llegado a su fin este 1 de enero de 2025. Este cese marca el término del acuerdo de tránsito de gas firmado en 2019, que permitía el paso de gas natural licuado (GNL) ruso hacia el continente europeo, beneficiando tanto a Moscú como a Kiev con ingresos millonarios.

El gobierno ucraniano, liderado por Volodímir Zelenski, decidió no renovar el acuerdo, argumentando la necesidad de limitar los beneficios económicos de Rusia mientras continúe la guerra. "No permitiremos que el Kremlin siga obteniendo ingresos manchados de sangre ucraniana", afirmó Zelenski al anunciar la medida, que simboliza el fin de una ruta de gas histórica utilizada desde 1991.

Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, la Unión Europea ha trabajado intensamente para reducir su dependencia del gas ruso. Mientras que en 2021 el 40% de las importaciones de gas por gasoducto provenían de Rusia, en 2023 esa cifra cayó al 8%. El bloque ha diversificado sus fuentes energéticas, apostando por el gas natural licuado de Estados Unidos y Catar, y promoviendo proyectos con países como Grecia, Turquía y Noruega.

Sin embargo, varios países europeos aún dependen del gas ruso, como Austria y Eslovaquia, que seguirán importándolo mediante rutas alternativas. Esta transición ha implicado costos adicionales: Bratislava, por ejemplo, enfrentará un aumento en tarifas de tránsito de aproximadamente 177 euros por gas importado desde el oeste en lugar del este.

Aunque Bruselas ha logrado reducir significativamente las importaciones de gas ruso, el impacto económico se siente en todo el continente. Los costos energéticos han aumentado, afectando la competitividad industrial europea frente a mercados como Estados Unidos y China. A su vez, la inflación y la crisis del costo de vida han generado una desaceleración económica en varios países de la región.

Por otro lado, Ucrania también sufrirá pérdidas económicas, ya que dejará de percibir cerca de 1.000 millones de euros anuales en tarifas de tránsito. No obstante, esta cifra palidece frente a los 5.000 millones de euros que Rusia dejará de ganar debido al cierre de esta ruta.

La Comisión Europea ha presentado planes para ayudar a los Estados miembros a reemplazar el suministro ruso por alternativas más sostenibles. Entre las opciones destacan el gas proveniente de Grecia, Turquía y Rumanía mediante la ruta transbalcánica, así como el uso de gas noruego transportado a través de Polonia.

Aunque los desafíos logísticos son significativos, Europa avanza hacia un sistema energético menos dependiente de Rusia, apostando por la diversificación y la sostenibilidad. Este cambio podría marcar un antes y un después en las relaciones energéticas entre Europa y Moscú, consolidando la independencia energética del continente frente a un proveedor históricamente dominante.



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