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Estación 19 de Noviembre: “renacer” anunciado, pero obras a medias y sin trenes a la vista

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 14 de diciembre de 2025

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Foto tomada de 14ymedio

La Estación 19 de Noviembre, en la calle Tulipán de La Habana, debería lucir —y funcionar— como el “renacer” que se anunció públicamente hace apenas tres semanas, coincidiendo con el 188 aniversario de la primera vía férrea del país. En aquel relato optimista se hablaba de un inmueble que “recuperaba su esplendor” y que volvería a ofrecer un servicio “eficiente y seguro” a la población.

En la práctica, el panorama dista del discurso. Aunque la fachada aparece recién pintada en tonos azulados, las labores no han concluido: todavía hay obreros trabajando en la estructura exterior. Sobre andamios improvisados, se ven tareas de pintura, refuerzos y remates que, en una inauguración formal, deberían haberse terminado antes de cortar cintas y posar para fotos.

La estación, además, no está operativa. No se anuncian salidas ni llegadas de trenes y, según empleados consultados, no existe una fecha definida para reanudar los servicios. Dentro, el contraste es aún más elocuente: el salón principal —aparentemente lo más “listo” de la instalación— estaba este lunes casi vacío, con apenas tres personas, todas trabajadoras de la propia terminal. Los bancos metálicos que en las imágenes oficiales aparecían ocupados por funcionarios y dirigentes, hoy permanecen desiertos.

El único movimiento constante se concentra en la oficina del servicio de reservación Viajero, ubicada por un lateral, dedicada a vender pasajes nacionales tanto de ómnibus como de trenes que salen desde otras estaciones. Con la cercanía de las festividades de fin de año, la demanda se dispara y no es raro que la cola comience de madrugada en las afueras del local.

La reinauguración fue presentada como señal de avance en la recuperación del transporte ferroviario, un sector cuya precariedad ha sido admitida por las propias autoridades en más de una ocasión. La presencia del ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en el acto del 19 de noviembre buscó reforzar esa narrativa de progreso en un ámbito que, en los últimos tiempos, suele aparecer en titulares por accidentes y cancelaciones.

Sin embargo, varios detalles rebajan el entusiasmo oficial. La cafetería anunciada como parte de la rehabilitación sigue cerrada. A la entrada, una pizarra de menú permanece en blanco: no hay productos, ni precios, ni señales de preparación para recibir público. Las puertas continúan con candados y las áreas exteriores muestran un nivel de terminación mucho menor que el del salón principal.

En uno de los laterales del edificio se colocó una placa de “Reconocimiento al Fondo de Desarrollo del Ministerio del Transporte”, fechada el mismo día de la inauguración. Para muchos, el gesto resulta difícil de entender: una institución que se felicita por renovar —tarde— un local deteriorado tras años sin inversiones. Ese contraste entre protocolo y obra inconclusa alimenta la percepción de que el acto oficial ocurrió antes de que la restauración estuviera realmente terminada.

Vecinos de la zona comentan que los trabajos se aceleraron en los días previos a la visita ministerial. Y, por ahora, la estación queda como símbolo de esa distancia cada vez más habitual entre la foto del “renacer” y la realidad: un edificio pintado, pero sin trenes, sin servicios y con promesas todavía en obra.


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