En un giro significativo en la política hacia la Isla, el gobierno de Joe Biden anunció que retirará a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una designación que ha marcado las relaciones bilaterales desde 2021. En ese año, el Departamento de Estado incluyó a Cuba en la lista, argumentando que el país brindaba apoyó actos de terrorismo internacional al ofrecer refugio seguro a terroristas.

Esta medida llega acompañada de una flexibilización en el embargo a la Isla, lo que representa un alivio económico sin precedentes durante la administración Biden. Según fuentes oficiales, estas acciones buscan abrir un canal de diálogo con La Habana, aunque el gobierno cubano no ha asumido compromisos claros más allá de prometer, con mediación de la Iglesia, la excarcelación futura de presos políticos.

La decisión de Biden contrasta con la línea dura de su predecesor, Donald Trump, quien reforzó las sanciones contra Cuba durante su mandato. Este gesto, que desafía la política de su tiempo, ha generado opiniones divididas en la comunidad internacional y entre los exiliados cubanos en Estados Unidos.

Por el momento, queda por ver cómo responderá el gobierno cubano ante este alivio de sanciones y si se traducirá en cambios concretos en materia de derechos humanos y libertades civiles en la Isla.

Falta por ver también ¿ qué estará pensando la ya muy cercana nueva presidencia de este paso?

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