Un salto que debía ser de rutina terminó convirtiéndose en una escena de puro pánico a 15.000 pies de altura. Durante el evento “Big Ways at the Beach!”, celebrado en Australia y que reunió a paracaidistas experimentados para ejecutar complejas formaciones grupales, un accidente inesperado puso en riesgo la vida de uno de los participantes y la estabilidad del propio avión.

Según imágenes y detalles difundidos por la Junta Australiana de Seguridad en el Transporte, el incidente ocurrió cuando el primero de los 17 paracaidistas a bordo se posicionó en la puerta para iniciar la formación prevista de 16 saltadores. Todo transcurría de acuerdo con los protocolos hasta que un detalle mínimo desencadenó el caos: el asa del paracaídas de reserva del deportista rozó un alerón del avión.

Ese contacto, aparentemente insignificante, provocó la apertura accidental del paracaídas, que se desplegó violentamente y quedó atrapado en el estabilizador horizontal de la aeronave. La repentina tensión arrastró al paracaidista hacia el exterior y lo dejó enganchado peligrosamente en el ala, mientras el avión comenzaba a perder estabilidad.

Las imágenes muestran el dramatismo del momento: los pasajeros tratando de mantener la calma, la estructura vibrando y los instructores aplicando los protocolos de emergencia casi de forma instintiva. Finalmente, la sangre fría de la tripulación y la rápida reacción del piloto evitaron una tragedia. El paracaidista logró liberarse sin lesiones graves y el avión regresó a tierra sin mayores complicaciones.

El Español reportó que el caso continúa bajo investigación, pero las autoridades han destacado que se trató de un evento “extremadamente inusual” donde la disciplina y el entrenamiento riguroso fueron clave para evitar un desenlace fatal.

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