La crisis política en Venezuela se agrava a medida que el régimen de Nicolás Maduro ofrece una recompensa de 100.000 dólares por la captura de Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente electo por varios países occidentales. Esta acción, anunciada por la Fiscalía General de la República, ocurre a pocos días de la fecha constitucional para la toma de posesión presidencial, prevista para el 10 de enero de 2025.

La medida ha sido vista como un intento desesperado de Maduro por mantenerse en el poder. Inicialmente, la recompensa fue de medio millón de dólares, pero se redujo tras críticas y burlas en redes sociales. Además, carteles con la imagen de González, retratándolo como un criminal, han sido distribuidos en puntos de control y fronteras del país, buscando impedir su retorno a Caracas para asumir su cargo.

Mientras tanto, Edmundo González inició una gira diplomática con visitas a Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Estados Unidos, donde se reunirá con líderes internacionales. La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, Italia, Ecuador y el Parlamento Europeo, ya ha manifestado su apoyo a González, reconociéndolo como el presidente legítimo de Venezuela. Sin embargo, países como Brasil y Colombia han optado por propuestas de negociación, sugiriendo un plebiscito paralelo a las elecciones.

La oposición venezolana, liderada por González y María Corina Machado, ha convocado a movilizaciones masivas para el 10 de enero. “¡Nos vemos en las calles!”, declararon en un mensaje conjunto que ha generado gran expectativa entre la población.

Mientras tanto, el régimen de Maduro intensifica la represión. Organizaciones de derechos humanos denuncian más de 2.400 detenciones relacionadas con protestas desde mediados de 2024 y un creciente número de presos políticos. La Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, ha aprobado leyes que criminalizan la disidencia, como la acusación de “incitación al odio” y “terrorismo”.

En este contexto, la figura del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a generar polémica por su aparente apoyo al chavismo. Zapatero ha sido criticado por defender la “soberanía” de Venezuela y evitar condenar las violaciones de derechos humanos del régimen.

El desenlace de esta crisis es incierto, pero la presión internacional y la movilización ciudadana serán clave en los próximos días. Venezuela se encuentra en una encrucijada histórica, y su futuro podría tener repercusiones en toda la región.

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