Camila Moros estudia en la Escuela Primaria Concepción Arenal. Ella es una de las sobrevivientes a la explosión ocurrida en la mañana de este viernes tras un escape de gas en el Hotel Saratoga, en La Habana.

Su madre trabaja en la Editora Abril, ubicada frente al Capitolio. La mujer contó al periodista Jorge Sariol la terrible experiencia que vivió su hija tras el trágico accidente.

Según su testimonio, cuando ocurrió la explosión la niña, que cursa el sexto grado, preparaba junto al resto de sus compañeros de clase una sorpresa por el Día de las Madres a la maestra del aula, María Victoria Salomón

"De pronto todo fue un caos. Camila vio entre la tolvanera a su amigo Leo, con un hilo de sangre en la cabeza, a una niña paralizada por el terror y a otros dos cogidos de las manos. Vio a su maestra salir de entre la espesa calina, con un brazo muy lastimado y gritado a los niños que salieran por la escalera metálica hacia el segundo piso", refiere el testimonio compartido por la Casa Editora Abril.

"¡Por la escalera del frente no, por la metálica, todos, vamos, vamos!, le escuchaba. Y los niños empezaron a reaccionar y a correr en medio del miedo, sintiendo aún temblar el edificio. Veía con mucha dificultad a los de otras aulas también correr a la escalera y ya abajo, con heridas en la cabeza, en los brazos o las piernas distinguió a varios, en medio del polvo aún flotando en todas partes; escuchaba el llanto de los que cree que eran de pre escolar y sobre todo a los maestros gritar ¡Sigan bajando, sigan bajando, a la calle, por la puerta de al lado!", agrega.

Una vez afuera, refiere el citado medio, la niña vio los rescatistas que daban voces y les señalaban que fueran para el Capitolio.

"Maestros y trabajadores seguían saliendo, cada uno con un racimo de tres o cuatro niños de la mano y seguían las ordenes de los gigantes de los cascos. Le pareció ver que en una ambulancia se llevaban a una maestra y a otros niños, pero no estaba segura. Su mirada estaba fija en el edifico sede de la Casa Editora Abril, donde trabaja su mamá. De repente, Camila, casi arrastrando a la maestra que estaba a su lado, voló los cincuenta metros que le separaban de la librería Abril, a los brazos de la vieja Rita, la recepcionista, que miraba aturdida hacia la zona del desastre", cuenta.

"Entonces vio a su mamá, que debió salir como un torpedo de la editora, porque chocaron en el abrazo y Camila, por ahora, no quiere recordar nada más".

El trágico accidente ocurrido en el Hotel Saratoga en la mañana de este viernes provocó daños en al menos 23 edificaciones del área.

Las autoridades informaron este sábado que el número de fallecidos aumentó a 25, tras el hallazgo de tres cadáveres entre los escombros durante la madrugada.

Recomendado para ti