El joven actor cubano Alejandro Phillips da un paso decisivo en su carrera al interpretar al legendario púgil Teófilo Stevenson en la película Teófilo, dirigida por el reconocido cineasta Alejandro Gil. Para Phillips, ponerse los guantes del triple campeón mundial y olímpico ha sido “un reto, un honor y una enorme responsabilidad”. El filme, actualmente presentado en el 46 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, se centra en la etapa más brillante del deportista: de los 17 a los 27 años.

Aunque la cinta se basa en la vida del célebre boxeador, Phillips aclara que no se trata de un biopic, sino de una ficción inspirada en hechos reales. Esa distinción, afirma, le marcó una ruta clara: capturar la esencia del ídolo sin caer en imitaciones. Se trata, además, de su primer papel principal en la gran pantalla, un desafío que asumió mientras aún cursaba la especialidad de Arte Teatral en el Instituto Superior de Arte.

El proceso de preparación fue exhaustivo. A pesar de su estatura de 1,90 metros —similar a la de Stevenson—, Phillips tuvo que ganar entre 15 y 20 kilos y adentrarse en un deporte que nunca había practicado. “Para mí era la oportunidad de mi vida. Empecé desde cero, no conocía nada del boxeo”, recuerda. Durante casi dos años y medio combinó estudios, trabajos ocasionales y un exigente programa físico que incluía largas jornadas de entrenamiento, trabajo de fuerza y carreras de hasta ocho kilómetros diarios.

El actor reconoce que, por momentos, sintió en carne propia lo que significa llevar el cuerpo al límite: golpes, cansancio extremo y disciplina constante. A esto se sumó la necesidad de comprender profundamente al personaje: su contexto político, su relación con su familia, la influencia del entrenador Alcides Segarra y la presión de representar a Cuba en el escenario deportivo mundial. “Entrenar boxeo te cambia todo: cómo te mueves, cómo hablas, cómo piensas”, explica.

Para construir un retrato fiel, Phillips estudió artículos, conversó con personas que conocieron al campeón y contó con la colaboración esencial de la familia de Stevenson, que le facilitó fotos, anécdotas y objetos personales. Uno de los consejos más importantes le llegó del propio director Alejandro Gil: “Imitar sería un error; lo esencial es interpretar”. Phillips asumió entonces un trabajo minucioso, enfocado en detalles y matices que permitieran transmitir la humanidad del deportista.

El guion, señala, está articulado alrededor de las tres olimpiadas en las que Stevenson obtuvo sus históricas coronas: Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980. “Si algo logramos es revivir un símbolo. No se debe olvidar a alguien que dio tanta gloria al país”, reflexiona el actor.

Tras un rodaje intenso y exigente, Phillips afirma sentirse en paz con el resultado. Ahora espera que el público pueda conectar con la historia cuando la película llegue a los cines, algo previsto para marzo de 2026, coincidiendo con el 74 aniversario del nacimiento del legendario boxeador. Para él, “si el filme logra homenajear a Teófilo Stevenson, todo el sacrificio habrá valido la pena”.

Fuente: EFE

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