En un operativo conjunto, la Administración para el Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevaron a cabo una redada en un antro improvisado en el condado de Adams, Denver, Colorado, resultando en la detención de 41 migrantes vinculados presuntamente con el grupo delictivo venezolano conocido como el Tren de Aragua.

La redada, ejecutada la madrugada del domingo, fue parte de una investigación federal que llevaba meses en curso. Según reportes oficiales, además de los detenidos, se incautaron armas, drogas y una importante suma de dólares en efectivo.

#DEA and federal/local partners conducted an early morning operation at a makeshift nightclub in Adams County. Drugs/weapons/cash seized. Approx. 50 illegal aliens were taken into custody by @ERODenver - many are connected with the Tren de Aragua (TdA) gang from Venezuela. pic.twitter.com/hXck5bBU2G

— DEARockyMountain (@DEAROCKYMTNDiv) January 26, 2025

Jonathan Pullen, agente especial a cargo de la División de Campo de las Montañas Rocosas de la DEA, declaró que el operativo estaba dirigido específicamente a desarticular actividades de tráfico de drogas asociadas al Tren de Aragua, que utilizaba el lugar para celebrar reuniones clandestinas. “El sitio era exclusivo para invitados, la mayoría relacionados con esta organización criminal”, indicó Pullen.

DEA and ICE busted a Tren de Aragua party in CO arresting 40 people. pic.twitter.com/unDEAIYo69

— Insurrection Barbie (@DefiyantlyFree) January 27, 2025

El gobernador de Colorado, Jared Polis, reconoció que el estado enfrenta problemas relacionados con el crimen organizado desde hace décadas y subrayó que su administración colabora con el gobierno federal en casos donde los delitos involucran a migrantes. "La ley se aplica de manera uniforme, sin distinción de estatus migratorio", afirmó.

Entre los detenidos había un “puñado” de ciudadanos estadounidenses, según las autoridades. Sin embargo, la mayoría de los arrestados fueron catalogados como migrantes en situación irregular, lo que podría derivar en su deportación inmediata.

La operación marca uno de los primeros golpes importantes contra el crimen organizado bajo la administración de Donald Trump, que ha prometido reforzar las deportaciones y el combate al narcotráfico en el país.

Este caso pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las autoridades en su lucha contra redes delictivas internacionales y refuerza la polémica sobre la política migratoria y de seguridad en Estados Unidos.

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