El gobernante en Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compareció ayer en la noche en la televisión cubana para explicar la situación en que se encuentra el país respecto a la generación eléctrica en un espacio donde pidió compresión del pueblo.

“En las próximas horas estaremos recorriendo las termoeléctricas. Vamos a ver y a acompañar a los que no descansan. Con ellos vamos a salir también de esta crisis. Se los garantizo. No doy fecha exacta. Sólo digo que no está lejos”, declaró el mandatario designado en Cuba, dejando en evidencia que no existe un tiempo exacto para la solución a los apagones constantes en la mayoría del país.

Díaz-Canel se refirió a los estados de opinión de la población y dijo que el Gobierno ha recibido “apoyo”.

“Hay un estado de malestar lógico, en dos dimensiones: a nivel personal y colectivo en la población que sufre directamente los apagones, y a nivel social, en tanto se afecta también, y mucho, la economía que está precisamente al servicio de la población, consideró Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Los estados de opinión expresan molestias, pero también comprensión. Cuando informamos debida y oportunamente, nuestro pueblo entiende que se hace todo lo posible por evitar esas molestias”, señaló.

Al referirse al tema central de su comparecencia: el problema energético de Cuba.

El gobernante señaló que actualmente las termoeléctricas pueden generar la corriente que se necesita cuando no hay picos, y lo hacen con el combustible nacional, que sí alcanza para trabajar con estabilidad.

Sin embargo, admitió que, “cuando una de las unidades de las termoeléctricas de Felton o de Guiteras –de las mayores del SEN– sale por avería o mantenimiento, el sistema es inestable, y cuesta mucho trabajo cubrir por otra fuente alternativa esos déficits”.

Sobre la enorme inversión de grupos electrógenos desperdigados por todo el país, Díaz-Canel señaló: “Cuando se entra en el pico del mediodía, se le suma la generación por fuentes renovables, en particular la eólica y fotovoltaica, y entran en situaciones de emergencia los grupos de diésel, necesarios para cubrir ese pico; sin embargo, en el estado actual, ni tan siquiera con ellos podemos cubrir los picos, y por eso tenemos afectaciones en esos horarios”.

En tal caso, fue claro en que el país no tiene el combustible suficiente para mantenerlos funcionando “los grupos electrógenos de generación distribuida se concibieron para trabajar en espacios de tiempos cortos, donde se pudiera producir un déficit. Ahora tienen que trabajar más, por lo que consumen mayor cantidad de combustible, que cuesta trabajo tener”, dijo.

En el caso de las nuevas inversiones, no dio muchas esperanzas expuso que se han hecho intervenciones de mantenimiento y reparación capital en algunas termoeléctricas, pero esto es sumamente costoso y demora de cuatro a cinco años.

Para solucionar la compleja situación, cambió un poco el discurso y aseguró que “se ha trabajado con el poco financiamiento del que se ha podido disponer en los últimos dos años”, según él el dinero ha venido del turismo y de lo que se ha recaudado por las ventas en las tiendas en moneda libremente convertible.

“Con ese dinero se ha contratado todo un grupo de reparaciones y mantenimientos que nos deben conducir a una estabilidad en los próximos meses, incluyendo los que están más cercanos”, afirmó.

Dijo que se han enfocado en la estabilización del SEN en ir arreglando primero lo que da más capacidad de generación,

“Por eso hemos priorizado la Felton y la Guiteras y, de manera escalonada, también están previstos otros mantenimientos e intervenciones; lo que pasa es que cuando llegamos a situaciones críticas que no se pueden prevenir, vienen los desbalances. No es que queramos tener más de una planta a la vez en mantenimiento, sino que se nos rompen los escalonamientos planificados”, declaró.

Díaz-Canel utilizó por sus puesto sus frase de siempre: escenario complejo, y bloqueo de Estados Unidos para justificar la delicada situación y lo más cercano a una solución que dio fue asegurar que “no está lejos”, aunque él mismo admitió que no puede “dar fechas”.

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