El cubanoamericano Henry “Enrique” Tarrio, antiguo líder del grupo de extrema derecha Proud Boys, enfrenta a la justicia estadounidense por cargos de conspiración relacionados con el asalto al Capitolio.

Un artículo de The Washington Post explica la posición de la Fiscalía que asegura que Tarrio “conspiró con otros Proud Boys para obstruir un procedimiento oficial”. Además recibió otras acusaciones sobre las acciones presuntamente efectuada por seguidores de su grupo en el Congreso, el histórico día del asalto.

Tarrio, de 38 años, quien reside en Miami, ni siquiera estuvo en Washington en esa fecha, ni está acusado de ingresar al Capitolio ese día; sin embargo, los fiscales pretender encausar no solo a los participantes del ataque, sino además a cualquiera que haya dirigido o ayudado a planear los hechos.

El cubanoamericano ya tuvo su primera audiencia en donde negó que hubiese una planificación por parte de sus grupo para cometer actos violentos, además negó haber realizado algo contra la ley. Deberá regresar a la corte el viernes de esta semana para una audiencia de fianza aunque él mismo ha informado que tiene “poco dinero y que recientemente había conseguido un trabajo imprimiendo camisetas”.

Un juez determinará entonces el papel de Tarrio en los hechos. Mientras incidentes recientes no lo benefician, como por ejemplo, hace unas semanas “oficiales de policía de DC suspendieron a un teniente en su propia rama de inteligencia durante una investigación sobre posibles contactos indebidos con el líder de Proud Boys”, señaló The Washington Post tras conocer de manos de funcionarios familiarizados con esa parte de la investigación quienes detallaron que las autoridades habían encontrado evidencia que sugería comunicaciones entre Shane Lamond, un veterano policía y Tarrio.

Los agentes que investigan los sucesos han centrado sus investigaciones a determinar “el papel que supuestamente jugaron Proud Boys y Oath Keepers en la confrontación entre los partidarios del presidente Donald Trump y la policía que custodiaba el Capitolio”, dijo el medio.

Los fiscales creen que Tarrio jugó un supuesto papel importante en las discusiones que precedieron a la violencia en el Capitolio de los Estados Unidos. 

Para apoyar esa acusación señalan que entre el 30 y 31 de diciembre de 2021, el hombre estuvo intercambiando mensajes con una persona que le envió un plan llamado “1776 Returns” donde habalaban de “ocupar edificios cruciales en Washington”, incluidos así los edificios de la Cámara y el Senado, con “la mayor cantidad de personas posible”.

“Después de enviar el documento, el individuo supuestamente le envió un mensaje a Tarrio diciendo que ‘la revolución es [sic] importante que cualquier cosa’, a lo que Tarrio supuestamente respondió: ‘En eso consiste cada momento de vigilia… No estoy jugando”, explicó The Washington Post.

Henry “Enrique” Tarrio es el segundo líder de un grupo de extrema derecha acusado por los incidentes del Capitolio sin ni siquiera estar presente en el lugar de los hechos, el fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, es otro líder de un grupo radical acusado en relación con el ataque del 6 de enero de 2021.

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