Descarga gratis nuestra App

Cuba atribuye a las sanciones contra Rusia el desplome del turismo ruso

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 13 de diciembre de 2025

Article feature image

El Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) culpó a las sanciones occidentales contra Rusia del fuerte retroceso en la llegada de viajeros rusos a la Isla, un mercado que en los últimos años se había convertido en uno de los principales apoyos para un sector turístico hoy muy lejos de su antigua condición de motor económico.

De acuerdo con funcionarios cubanos, las restricciones que afectan a la aviación civil rusa de largo alcance han reducido el número de operaciones, disparado los precios de los pasajes y empujado a muchos potenciales visitantes a desistir de sus vacaciones en Cuba.

El especialista comercial del Mintur, Oscar Henríquez Díaz, declaró este viernes a la agencia Sputnik en La Habana que “la principal causa de esta disminución responde a la reducción del operativo aéreo debido a las injustas sanciones de Occidente contra esa hermana nación”.

Las cifras muestran un descenso pronunciado: entre enero y septiembre de 2025 arribaron a Cuba 58 300 visitantes rusos, un 41 % menos que en el mismo periodo del año anterior, y muy por debajo de los 185 000 turistas contabilizados en 2024, según datos del Servicio Federal de Fronteras de Rusia citados por Interfax.

El golpe trasciende el conteo de llegadas. La disminución afecta el flujo de divisas y recorta el movimiento de una amplia red de actividades vinculadas al turismo —desde transportistas y taxistas hasta guías, bares, artesanos y hostales— que dependen de la presencia de visitantes para sostener ingresos.

Del lado ruso, turoperadores coinciden en que el nudo central está en el costo del transporte aéreo: las tarifas se han elevado hasta niveles que, en no pocos casos, superan con creces el precio de la estancia. Filip Obruchev-Mironov, director comercial de Intourist, resumió el escenario como una “tormenta perfecta”: menos aviones de largo alcance disponibles, desaparición de bloques de asientos que abarataban paquetes y boletos a precios difíciles de asumir.

Ejemplos divulgados por la Unión Rusa de la Industria de Viajes ilustran el salto: una semana en un hotel de cuatro estrellas en Varadero cuesta 42 500 rublos sin incluir vuelos (unos 530 dólares), pero con pasajes el paquete para dos personas puede escalar a 292 mil rublos (aproximadamente 3 600 dólares). Para diciembre, el costo sube aún más: 315 mil rublos (cerca de 4 mil dólares) en hoteles de cinco estrellas.

Aun con la caída, el Mintur sostiene que Rusia se mantiene entre los tres principales mercados emisores hacia Cuba. La hoja de ruta oficial insiste en ampliar la oferta más allá del tradicional “sol y playa”, con propuestas de naturaleza, cultura y eventos.

Henríquez señaló que destinos como Viñales y Topes de Collantes se promocionan por su biodiversidad y sus tradiciones locales. En La Habana, la apuesta incluye recorridos culturales —con paradas asociadas a Ernest Hemingway— y degustaciones de cocteles emblemáticos como el mojito y el daiquirí, ya posicionados en el gusto internacional.

En paralelo, el ministerio dice haber reforzado su presencia en ferias turísticas rusas como MITT, Intourmarket y Leisure, además de acciones promocionales en ciudades como San Petersburgo, Sochi, Kazán y Rostov del Don.

Varadero, en Matanzas, continúa como el gran imán para el turismo ruso: concentra una parte significativa de los ingresos del sector y la mayor capacidad hotelera de estándar internacional, con unas 22 mil habitaciones. También figuran entre los destinos más demandados Jardines del Rey —Cayo Coco, Cayo Guillermo y Cayo Santa María—, Holguín, Cayo Largo del Sur y, para el turismo urbano, La Habana.

Con el arranque de la temporada alta en octubre, aumentaron los vuelos desde Moscú y San Petersburgo hacia La Habana, Varadero y Holguín. Aerolíneas como Rossiya Airlines, Conviasa y Nordwind, junto al turoperador Pegas Touristik, han mantenido operaciones, y se reportan ocupaciones elevadas.

El Mintur afirma que estas conexiones permiten combinar el destino principal con excursiones a zonas cercanas y reiteró su apuesta por ese mercado: “Estamos comprometidos con hacer de Cuba un destino de preferencia para el viajero ruso”, dijo Henríquez.

En perspectiva, las autoridades cubanas apuntan a rebasar el medio millón de visitantes rusos por año, con productos enfocados en segmentos de mayor potencial: eventos, incentivos y experiencias asociadas a salud, deporte y educación. En ese marco, el ministerio considera que la relación bilateral ofrece respaldo político para sostener el intercambio turístico pese a los obstáculos. “Compartir los atributos del destino con el cliente ruso nos llena de orgullo”, afirmó Henríquez.

La caída del turismo ruso, sin embargo, deja a la vista el nivel de dependencia de la Isla respecto a la industria turística como fuente de ingresos. Con el retroceso del mercado europeo y limitaciones para captar viajeros de Norteamérica, Rusia había funcionado como un salvavidas; hoy, la crisis aérea y el entorno de sanciones vuelven a poner en tensión esa estabilidad.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar