Embarazada bajo efectos de drogas expone colapso social del sistema en Cuba(video)
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 19 de diciembre de 2025
Una dolorosa escena ocurrida en el Reparto Sevillano, municipio 10 de Octubre, dejó a los vecinos entre la indignación y la tristeza: una joven pareja, totalmente fuera de sí por el consumo de la peligrosa droga conocida como “El Químico”.
Lo peor es que la mujer se encontraba embarazada, caminando sin control alguno, desorientada, expuesta a caerse, lesionarse o perder al bebé que espera. La imagen recorrió la comunidad como un retrato brutal del deterioro humano que atraviesa Cuba.
Este episodio no es aislado ni excepcional. Forma parte de una espiral de decadencia que golpea con más fuerza a los jóvenes, quienes atrapados en la miseria, la falta de oportunidades y el derrumbe de los espacios de recreación y apoyo social, terminan refugiándose en sustancias que destruyen vidas enteras. El “Químico”, una mezcla tóxica de psicofármacos y químicos improvisados, se ha convertido en una de las drogas más consumidas en barrios vulnerables de La Habana, Cienfuegos, Camagüey, Santiago y otras provincias.
Mientras tanto, el régimen continúa alimentando discursos triunfalistas, cifras maquilladas y supuestas “políticas sociales efectivas”, incapaz –o desinteresado– en enfrentar la tragedia real: una juventud abandonada, sin asistencia médica especializada, sin programas de rehabilitación, sin oportunidades laborales y sin un horizonte esperanzador.
En distintos puntos de la Isla se repiten escenarios igual de alarmantes. En Centro Habana, vecinos han denunciado que jóvenes consumen drogas en plena vía pública sin que aparezcan autoridades. En Santiago, se viralizó el video de un muchacho desplomado en plena calle Enramadas, convulsionando tras ingerir sustancias adulteradas. En Santa Clara, madres han suplicado ayuda para hijos atrapados en adicciones que no tienen acceso a ningún tipo de tratamiento.
El consumo se expande acompañado de otro fenómeno igual de grave: la violencia, los robos, los ajustes de cuentas y un clima social cada vez más peligroso. La ausencia de instituciones sólidas, la censura y el miedo impiden incluso que las familias denuncien con libertad lo que viven a diario.
No es casualidad que Cuba esté perdiendo a su juventud. Es resultado directo del sistema: un país que se derrumba moral, económica y humanamente mientras el poder insiste en negar lo evidente. La realidad no se esconde: la nación se desangra, y cada día que pasa se hunde un poco más en un abismo del que será difícil salir.
Del perfil de La Tijera