Desde México, con recursos públicos, se difunden las narrativas de los regímenes de Rusia y Cuba. Según un reportaje de Factchequeado, el Club de Periodistas, organización sin fines de lucro que afirma promover “la excelencia periodística desde 1952”, actúa actualmente “como fachada de propaganda” de ambos Estados.

El centro utiliza la revista Voces del Periodista, su “órgano informativo”, para republicar información de medios oficialistas en Rusia y Cuba. Desde abril de 2025, casi tres cuartas partes de su contenido (72%) provienen de agencias estatales, principalmente las rusas RT y Sputnik (53%) y la cubana Prensa Latina (18,6%).

Pese a que el Club afirma promover “libertad de expresión y rigor periodístico”, análisis de la Alliance for Securing Democracy, del think tank no partidista German Marshall Fund, indica que la publicación funciona como “conducto de propaganda pro-Kremlin y antioccidental”, amplificando narrativas de Rusia y Cuba mientras se presenta como un proyecto periodístico genuino y nacional.

El Club de Periodistas muestra inclinación hacia el presente y pasado gobierno mexicano. Durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador, recibió 951.000 pesos (unos 51.000 dólares) en publicidad para su revista, aunque se desconoce la distribución física de los ejemplares y su página de Facebook apenas suma 2.600 seguidores. La organización está dirigida por Celeste Sáenz de Miera y Mouris Salloum George, este último editor responsable de la publicación.

El club ha tenido reconocimientos internacionales: en abril pasado, el Gobierno de Vietnam premió su labor en la difusión de los valores del pueblo vietnamita. Además, en 2019, Salloum George encabezó en la sede del Club la celebración del 60° aniversario de Prensa Latina, reiterando la “misión” de contrarrestar campañas de desinformación sobre la revolución cubana.

Por su parte, Sáenz de Miera ha elogiado públicamente a medios de propaganda rusos. En 2017, celebró al canal RT por su “contribución a la pluralidad informativa”, y en 2023 entregó un premio al medio Tsargrad por su cobertura de la invasión a Ucrania. En ese evento, el entonces embajador ruso en México, Viktor Koronelli, señaló que el Club de Periodistas funcionaba como “la casa mexicana” de los diplomáticos de su país.

El análisis evidencia que el Club, a pesar de presentarse como un espacio independiente, replica y legitima contenido de gobiernos autoritarios mientras se beneficia de financiamiento estatal y reconocimiento internacional, poniendo en entredicho sus postulados de objetividad y pluralidad.

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