Las protestas en la ciudad kazaja de Almaty escalaron hoy mientras miles de personas tomaron el edificio del Ayuntamiento, de la antigua capital de Kazajistán, y la ciudad más grande de ese país.

La subida del precio del gas en pleno invierno ha desatado una ola de levantamiento popular, al que también se ha unido parte de las fuerzas del orden, mientras otros han decidido no participar de la represión.

El periodista y comentarista político ucraniano Denis Kazansky ha compartido en un extenso hilo el incremento de las hostilidades en la capital kazaja.

En uno de sus videos, la población confisca las armas a la policía, sin que estos últimos ofrezcan resistencia.

Мітингарі відбирають зброю у силовиків, які не чинять їм опір та навіть не намагаються тікати. pic.twitter.com/2MTreAZ5RF

— Денис Казанський (@den_kazansky) January 5, 2022

El  medio Sputnik también informó que su corresponsal  en la ciudad de Almaty observó cómo los agentes del orden se vestían de ropa civil y abandonaban la plaza del Ayuntamiento en taxis.

Asimismo puntualizaron que miles de manifestantes estaban intentando irrumpir en el territorio en la residencia del presidente kazajo, Kasim-Zhomart Tokáev, situada también en Almaty.

En tanto, las autoridades locales afirman que entre los más de 300 edificios dañados hasta el momento fue incendiada  además, la sede del partido gobernante Nur Otan y el local de la Fiscalía general también se encuentra en llamas.

Por su parte, el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, debió  aceptar este miércoles la dimisión de todo su gabinete presentada tras las intensas protestas desatadas por la subida de los precios del gas licuado de petróleo en medio del crudo invierno.

Kasim-Yomart Tokáyev también firmó un decreto que instaura el estado de emergencia hasta el día 19 de enero en la ciudad de Almaty, antigua capital kazaja y la mayor ciudad del país, donde se originaron las protestas desde el domingo.

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