El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marcó un hito en la historia moderna del país al conceder clemencia a más de 1,500 personas en un solo día. Entre los beneficiados se incluyen aquellos que cumplieron sentencias en prisión domiciliaria durante la pandemia del COVID-19, así como 39 individuos indultados por delitos no violentos.

Las conmutaciones de sentencias anunciadas por Biden benefician a personas que estuvieron bajo confinamiento domiciliario por al menos un año tras ser liberadas debido a la emergencia sanitaria. Durante la pandemia, las prisiones estadounidenses enfrentaron altos índices de contagio, con cifras alarmantes que mostraron que uno de cada cinco presos contrajo COVID-19 en su punto más crítico. Estas acciones buscaban reducir el riesgo de propagación del virus dentro de las instalaciones penitenciarias.

En un comunicado oficial, Biden destacó el compromiso de su administración con las segundas oportunidades: “Estados Unidos se construyó sobre la promesa de posibilidades y nuevas oportunidades. Mi deber como presidente es otorgar misericordia a quienes han demostrado arrepentimiento y rehabilitación, devolviéndoles la posibilidad de contribuir a sus comunidades y eliminando disparidades en sentencias, especialmente en casos de delitos relacionados con drogas”.

Entre los indultados se encuentran personas que han transformado sus vidas: una líder de equipos de respuesta a desastres naturales, un veterano militar condecorado, un consejero de adicciones y un estudiante de doctorado en ciencias biomoleculares. Estas historias subrayan la intención de Biden de enfocarse en quienes han trabajado activamente para rehabilitarse y aportar de manera positiva a la sociedad.

Esta medida representa el acto de clemencia más grande registrado en un solo día, superando el récord anterior establecido por Barack Obama, quien otorgó 330 conmutaciones en 2017. Biden también había tomado decisiones previas para reducir sentencias y otorgar indultos, incluidos aquellos relacionados con condenas federales por uso y posesión de marihuana.

Sin embargo, las decisiones del presidente también han generado controversia. Algunos críticos señalan que su clemencia a ciertos individuos, incluida la de su propio hijo Hunter Biden por delitos fiscales y de armas, podría percibirse como un uso político del poder presidencial. Grupos defensores de derechos humanos han instado al mandatario a extender estas acciones a otros sectores, como los prisioneros en el corredor de la muerte federal. Aunque Biden hizo campaña prometiendo eliminar la pena de muerte, aún no ha tomado medidas concretas al respecto.

De cara al futuro, se esperan más anuncios de clemencia antes de que Biden termine su mandato en enero. No obstante, persisten las preguntas sobre si el presidente también tomará medidas preventivas para proteger a aliados políticos o incluso a sí mismo de posibles represalias legales bajo futuras administraciones.

El poder de clemencia presidencial permite indultar, liberando a una persona de culpa y castigo, o conmutar, reduciendo o eliminando penas sin exonerar el delito. Estas acciones suelen ocurrir hacia el final de un mandato, reflejando el legado de justicia o compasión de un líder. En el caso de Biden, su récord de clemencia ya ha dejado una marca significativa en la historia reciente.

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