Michel Matos, artista independiente en Cuba fue arrestado por su propia voluntad, evento sin precedente en la represión policial. Matos que estaba bajo arresto domiciliario decidió salir de su casa y avisó a sus represores para que le detuvieran sin factor sorpresa ni persecuciones aparatosas.

Después de cuatro días de confinamiento en su casa Matos decidió iniciar una directa y mostrar a los agentes policiales que le vigila por orden de la Seguridad del Estado. 

El artista se acercó a la patrulla y educadamente se dirigió a los represores: "Buenas tardes, usted es el mismo (policía) que estaba ayer. Yo vengo para ser arrestado, si es usted tan amable". 

El policía preguntó extrañado:”¿Y eso por qué?”. A lo que Matos respondió "Bueno porque yo no voy a pasar 28 días más trancado en mi casa como la otra vez y ya llevo cuatro, porque mis amigos están siendo presos, porque ustedes reprimen, porque ustedes se apropian de la ley, y por una serie de cuestiones más".

Ante este tipo de actitudes los represores no tienen protocolos claros. Así que debió llamar a la jefatura para recibir instrucciones. La insistencia firme de querer padecer la cárcel al igual que sus compañeros generó la orden de traslado a la unidad de policía.

La resistencia pacífica es una forma de lucha a la que no están habituados los represores del régimen. Personas como Michel Matos y sus compañeros del Movimiento San Isidro son peligrosos, porque con su pérdida de miedo al castigo de la dictadura desmoralizan a los agresores y dan lecciones de ciudadanía a los sectarios.

A pesar deseo las fuerzas del régimen prefirieron evitar complicaciones mediáticas y soltaron a Michel algunas horas después de su arresto. Así se expresó el activista tras su liberación: "Me acaban de liberar... no estuve preso, vueltas por la ciudad y conversaciones. Espero libres a mis amigos. Cuba es de todos los cubanos, también la queremos libre y próspera. Estamos conectados"

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