El reciente apagón nocturno en el Hospital Materno de la ciudad de Matanzas ha generado una ola de críticas y preocupación entre los cubanos, especialmente aquellos con familiares y amigos ingresados en el centro. Sheyla, una joven embarazada, denunció en sus redes sociales la falta de electricidad en el hospital, destacando la gravedad de la situación al tratarse de un lugar donde se atienden a niños y mujeres embarazadas.

Sheyla describió cómo el apagón ocurrió alrededor de las 10 de la noche, dejando el hospital en total oscuridad. Además de la falta de electricidad, criticó la falta de instalaciones adecuadas para los pacientes y sus acompañantes, mencionando que no hay espacios o muebles para guardar pertenencias y que las salas de espera carecen de sillas, obligándola a sentarse en una escalera.

La publicación de Sheyla rápidamente atrajo la atención de decenas de personas, quienes expresaron su indignación y preocupación por el estado del sistema sanitario cubano. Las preguntas sobre cómo manejan los casos críticos, como bebés en incubadoras o pacientes que necesitan respiración artificial y oxígeno, se multiplicaron en los comentarios, reflejando la angustia y el temor de la comunidad.

Esta situación pone de manifiesto las deficiencias y desafíos que enfrenta el sistema de salud en Cuba, un país que alguna vez fue considerado una potencia médica. La falta de recursos y la infraestructura deteriorada están afectando gravemente la calidad de atención médica, generando una creciente preocupación entre los ciudadanos cubanos.

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