Angeli Rose Gomez, madre de dos estudiantes de la escuela de Uvalde, en Texas, logró saltar la cerca y rescatar a sus hisjos cuando el tirador aún estaba dentro del centro.

Según su testimonio, cuando supo del tiroteo manejó más de cuarenta millas hasta llegar al lugar y fue una de los numerosos padres que rogaron a los oficiales que entraran antes para sacar al atancante.

A Angeli la esposaron y le dijeron que que estaba bajo arresto por intervenir en una investigación en activo.

Según cuenta, ella no fue la única 'neutralizada' por la policía: también vio a un padre derribado al suelo y a otro al que le rociaron gas pimienta.

En medio de su deseperación, convenció a varios policías locales de Uvalde para que le quitaran las esposas y una vez liberada, se distanció de la multitud, saltó la cerca de la escuela, corrió dentro del edificio escolar y agarró a sus dos hijos. Los tres salieron corriendo de la escuela juntos.

Uno de los hijos de la mujer cursa el segundo grado y el otro el tercero. El aula en la que se atrincheró el tirador fue de cuarto grado.

En una entrevista para Wall Street Journal, la mujer aseguró que había decidido correr mientras los oficiales esperaban afuera del edificio “sin hacer nada”.

“Estaban parados fuera de la valla. No iban a entrar ni correr a ningún lado”, comentó.

De acuerdo a las autoridades, Salvador Ramos, de 18 años, estuvo casi una hora dentro del aula antes de que fuera abatido por la Policía.

El testimonio de Angelie y otros padres que acudieron al centro desesperados por la vida de sus hijos ha generado un gran debate.

Un portavoz de los alguaciles de EEUU, dijo al WSJ que sus agentes nunca esposaron a nadie mientras aseguraban la escena y que "mantuvieron el orden y la paz en medio de la comunidad afligida que se reunía alrededor de la escuela”.

La pasada semana el comandante de la Policía a cargo del grupo que enfrentó al tirador reconoció que habían tomado la “decisión incorrecta”.

El grupo de respuesta, compuesto por 19 agentes, se quedó en un pasillo exterior de la escuela mientras esperaba a obtener las llaves de las aulas y el equipo táctico, dijo este viernes un funcionario estatal en rueda de prensa.

El coronel Steven McCraw, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, explicó que "el comandante en el lugar de los hechos creía que se había pasado de una situación activa a un sujeto atrincherado".

"Desde el privilegio de la retrospectiva, en donde me encuentro ahora, por supuesto que no fue la decisión correcta. Fue una decisión equivocada. No hay excusa para ello", reconoció.

"La creencia era que ya no había nadie vivo y que el sujeto estaba tratando de mantener a raya a las fuerzas del orden o de atraerlas para que entraran y le dispararan", agregó.

La Policía llegó a la escuela a las 11:44 horas pero el equipo táctico entró a la clase a las 12:50 utilizando las llaves de un conserje.

"Las autoridades alabaron inicialmente la respuesta de las fuerzas del orden y señalaron que la matanza podría haber sido peor. Pero las revelaciones de McCraw y del jefe regional del Departamento de Seguridad Pública, Víctor Escalón, revelaron un día antes importantes fallos en la respuesta e información contradictoria", destaca CNN.

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