En un giro trágico y conmocionante, esta mañana fue hallado sin vida Yordan, el hombre que dos días atrás asesinó brutalmente a su exesposa, Daimi Tamayo Milán, en el municipio de Bartolomé Masó, provincia de Granma.
Según reportes preliminares, tras cometer el femicidio, Yordan se dio a la fuga para evadir la acción de la justicia. Sin embargo, la presión de su crimen terminó por abrumarlo y decidió quitarse la vida ingiriendo veneno. Su cuerpo fue encontrado en una zona rural del municipio, confirmaron las autoridades locales, que continúan investigando para esclarecer todos los detalles del caso.
La tragedia sacude a la comunidad no solo por la violencia del asesinato, sino también por sus consecuencias devastadoras: la hija de ambos, una niña de apenas 10 años, queda ahora huérfana de padre y madre en medio de una situación de profundo dolor y vulnerabilidad.
El asesinato de Daimi había generado una profunda conmoción en Granma, donde vecinos y conocidos manifestaron su tristeza e indignación. La noticia de la muerte de Yordan, aunque cierra la persecución judicial, deja sentimientos encontrados de tristeza, consternación y reflexión sobre la gravedad de la violencia de género en la isla.
Este doloroso episodio pone nuevamente en evidencia la urgente necesidad de reforzar los mecanismos de protección para las mujeres en Cuba y de brindar atención psicológica a los hijos y familias que quedan marcados por estos hechos. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han insistido en la importancia de implementar políticas públicas más efectivas para prevenir estos crímenes y ofrecer redes de apoyo real para las víctimas y sus allegados.
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