La propaganda del régimen de La Habana salió este viernes en defensa de las más de 6704 nuevas cooperativas no agropecuarias (CNA) y micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) creadas hasta finales de enero de 2023. Sin embargo, los cubanos cuestionaron qué han resuelto cuando el país sigue en crisis.
"¿Y qué han resuelto las MIPYMES? A no ser enriquecerse subiendo precios sin que nadie los controle. Vamos muy mal si seguimos así. Recuerden que estamos en un estado socialista, a veces me parece que no estoy viviendo en él y soy revolucionario. ¡Revísence!", dijo un ciudadano al medio oficialista Cubadebate.
Según un estudio citado, "con los potenciales que existen en los territorios cubanos, no solo son pocos los nuevos actores económicos dedicados a los alimentos, sino que existen 11 municipios en todo el país que ni producen alimentos ni los comercializan, desde las MIPYMES o las CNA; 21 municipios que no producen alimentos y 35 que no venden. En el caso de los proyectos de desarrollo local (PDL), se observa que en 54 municipios no aparecen proyectos dedicados al alimento".
Otro cubano hizo una serie de preguntas: ¿Cuenta el Estado con algún mecanismo de control de la calidad y/o inocuidad de los alimentos, productos de aseo y higiene que producen y comercializan estas nuevas formas de gestión no estatal aprobadas a efectuar dicha tarea? ¿Por qué están apareciendo formas de estafa a la población, como el caso sonado de la pasta de tomate?"
"¿Existe algún mecanismo estatal para corroborar que estas formas de gestión no estatal cumplan con su objeto social, específicamente las dedicadas a la producción de alimentos? ¿Se establecerá en algún momento la facturación impresa o digitalizada en las relaciones comerciales de compra-venta entre estas formas de gestión no estatal? O sea, que los órganos de control puedan fiscalizar los precios de compra-venta entre estos actores, tal y como debería suceder entre ellas y las personas jurídicas estatales. Creo que mediante este sistema el Estado podría conocer con más precisión en qué lugar se distorsionan los precios minoristas de cara al consumidor".
"Bien por la creación de estas nuevas formas de gestión, pero en la práctica la inmensa mayoría son unos revendedores"; "no están produciendo alimentos, están revendiendo y bien caro" y "será buena la opción de trabajo pero si no bajan los precios exorbitantes, esos que tienen, no es buena opción para los cubanos de a pie. Seguimos igual", se quejaron varios cubanos sobre las MIPYMES.
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