El reconocido abogado Willy Allen ha rechazado cualquier posibilidad de eliminación de la Ley de Ajuste Cubano, argumentando que esta legislación está intrínsecamente vinculada a la situación democrática en Cuba.

El Cuban Adjustment Act (CAA), promulgado en 1966, ha sido un medio especial para otorgar residencia permanente a refugiados cubanos en los Estados Unidos. Según Allen, en una entrevista con Martí Noticias, la relación de esta ley con la democracia es crucial y su desaparición está sujeta a una condición específica: la certificación por parte del presidente de los Estados Unidos al Congreso de que Cuba ha llevado a cabo elecciones libres, transparentes y democráticas.

"La Ley de Ajuste Cubano está amarrada al acto de la democracia", enfatizó el abogado, señalando que esta legislación no enfrenta interrogantes ni peligra su continuidad durante este año.

La reciente controversia surgió tras cuestionamientos del senador republicano de Florida, Marco Rubio, al Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre los cubanos con estatus de refugiados que viajan frecuentemente a Cuba.

Allen abordó este punto, destacando la inquietud sobre los cubanos que, habiendo obtenido asilo político y posterior legalización, viajan a la isla. Explicó que esto podría desencadenar un escrutinio en su regreso a los Estados Unidos, incluso llevándolos de vuelta a la Corte de Inmigración para evaluar la legitimidad del asilo otorgado.

El abogado enfatizó que la Ley de Ajuste Cubano nunca ha prohibido los viajes a Cuba, señalando que las restricciones a estos viajes provienen del gobierno cubano, que a menudo niega la entrada a miles de cubanos con asilo o residencia en Estados Unidos.

Hizo hincapié en los acuerdos de deportación existentes entre Estados Unidos y Cuba, que limitan la cantidad de personas que Cuba acepta de regreso, dejando a miles de cubanos en una situación de incertidumbre con órdenes de deportación pendientes, a pesar de poseer permisos de trabajo en EE. UU.

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