Un hombre fue sorprendido en pleno acto delictivo en el municipio de Arroyo Naranjo en La Habana cuando intentaba robar cabillas que forman parte de la estructura de la vía férrea. El individuo, con un mandarria en mano, desmantelaba las traviesas de la línea ferroviaria en un intento de apoderarse de las cabillas, lo cual pone en grave riesgo la seguridad del transporte ferroviario y podría haber provocado accidentes con consecuencias fatales.
El hecho fue detectado gracias a la pronta intervención de los vecinos de la zona de Mantilla, quienes, alarmados por la actividad sospechosa, alertaron rápidamente a las autoridades. El malechor fue capturado en el momento justo, evitando que pudiera completar su ilícita labor. La captura del infractor, que aparentemente actuaba movido por la necesidad de obtener materiales para la construcción, pone de manifiesto los peligros que enfrenta el sistema ferroviario cubano debido a la escasez de recursos y la fragilidad de sus infraestructuras.
El perfil oficialista El Cubano Fiel destacó este suceso como un ejemplo de la “efectividad” de la vigilancia popular, subrayando la pronta respuesta de la policía ante este tipo de delitos que amenazan infraestructuras críticas. Aunque este robo no causó mayores daños, se resalta la gravedad de la situación, ya que un accidente ferroviario derivado de un robo como este podría haber provocado una tragedia con pérdidas humanas y materiales significativas.
El sistema ferroviario de Cuba enfrenta problemas técnicos y operativos graves, exacerbados por la falta de repuestos y el deterioro de locomotoras y coches. Según datos oficiales, las locomotoras operativas en 2024 no alcanzaron el número necesario para cumplir con los itinerarios programados, lo que resultó en constantes retrasos. A pesar de estas limitaciones, el sistema ferroviario logró un incremento en la movilización de pasajeros, reflejando una creciente demanda de este medio de transporte debido a su asequibilidad.
No obstante, la crisis económica que afecta al país, junto con la escasez de recursos para el mantenimiento adecuado de infraestructuras críticas como las vías férreas, sigue siendo un obstáculo significativo para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de este sector. La inseguridad, por otro lado, parece haberse incrementado en gran medida debido a las difíciles condiciones económicas, lo que ha llevado a un aumento de robos y delitos en diversas partes del país.
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