Todos los niños saben que hay un vínculo entre el juego, la fantasia y la felicidad. Desde hace bastante tiempo, la mayoría de los pequeños cubanos han olvidado ese balance tan necesario para crecer y llegar a ser personas de bien.
El ejemplo que hoy presentamos es una muestra de cómo van unos niños pequeños a su escuela más cercana. Se trata de los alumnos que viven en el poblado de Alto de Jo en Granma, quienes para llegar a su centro de estudios tienen que atravesar vías totalmente infranqueables, sobre todo cuando llueve. Los padres se han quejado de la situación de esta carretera pero dicen que el gobierno no hace nada por solucionarlo. No se dan ni por enterados como si a nadie le importara.
En relación con esto, hay un documental francés "Camino a la escuela", en el cual se sigue a niños que viven en la sabana keniana, el golfo de Bengala, el monte Atlas en Marruecos y en la Patagonia argentina.
Estos pequeños tienen que caminar kilómetros en condiciones realmente difíciles para ir a la escuela, para progresar en sus vidas. En Cuba ese esfuerzo es en vano. Falta de maestros, conocimientos limitados de muchos docentes, falta de recursos, y pocas posibilidades de progresar mediante el estudio.
Un internauta declara: "hace como 12 años estuve por esa zona, andábamos en un Jeep y créanme, después de Ceiba Hueca Arriba no existe camino; hay baches que se tragan un tractor, y te repito, hace más de una década que anduve por ahí, Nos desviamos por "El Corojo" para entrar a Altos de Jo y el río casi tapaba al Jeep. Un campesino nos guió por la parte más baja y nos recomendó cruzar de marcha atrás. Luego seguimos para otro pueblo llamado "Tana"... En fin, yo soy testigo de las condiciones de esos lugares"
Un padre de los niños afectados dice: "es mejor que les eduquen en casa; en esas condiciones yo no llevo a mi hijo a la escuela en dónde habrá una maestra que le diga ..¡bajen la cabeza y hagan silencio! y así pierden todo el día.
"¡Qué desastre!" alega otro internauta: "Pero en este caso culpo a las madres; mi hijo no va así a la escuela. Idénticas a las calles del Condado de Santa Clara cuando entra el agua ¡qué rabia! ya no sé si con los padres o con el gobierno, la verdad ¡me va a subir la presión!
Y esta es una pequeña muestra de cómo vivimos los cubanos en pleno siglo XXI.
La forma mayor del respeto es esperar algo bueno del otro