La nueva regulación exige que las agencias exportadoras presenten una autorización oficial del fabricante del vehículo, garantizando respaldo técnico y suministro de piezas de repuesto. Esta medida, publicada en la Gaceta Oficial, ha sido interpretada como un intento de dificultar las importaciones desde Estados Unidos.
Martí Noticias
Un representante de una agencia en Miami, que prefirió mantenerse en el anonimato, calificó la medida como una "fórmula legal para enredar las importaciones de autos". Según él, las grandes marcas como Toyota, Chevrolet o Tesla no emiten ese tipo de cartas para envíos a Cuba, lo que bloquea la operación. Actualmente, las agencias han suspendido los envíos de vehículos para personas naturales mientras analizan las nuevas normativas.
Sin embargo, continúan enviando autos a negocios privados (Mipymes), que aún mantienen alguna flexibilidad en los trámites. No obstante, varias agencias han optado por no promocionar estos servicios en redes sociales, generando incertidumbre entre los clientes. El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, publicó recientemente una lista de las nueve empresas autorizadas para comercializar vehículos en la Isla.
Entre ellas se encuentran entidades estatales y mixtas como CIMEX y Servicios Automotores S.A. (SASA), muchas de las cuales pertenecen al conglomerado militar GAESA. Estas empresas han monopolizado históricamente el mercado de autos en Cuba, importando principalmente vehículos para taxis, ambulancias y patrullas.
El economista Emilio Morales señaló que estas medidas forman parte de una estrategia para fortalecer el control financiero de GAESA en medio de la crisis económica que enfrenta el país. Según Morales, el régimen busca canalizar todos los ingresos posibles hacia las arcas estatales, limitando la participación de otros actores económicos: "Estamos viendo una radicalización del control en el peor momento de la crisis multisistémica".
En el primer semestre de 2024, Cuba importó vehículos desde Estados Unidos por más de 30 millones de dólares, dejando significativos ingresos al gobierno. Sin embargo, las nuevas restricciones podrían reducir drásticamente estas cifras, afectando tanto a los emprendedores cubanos como al flujo de ingresos desde Miami.
Aunque las autoridades prometieron en 2023 facilitar la importación de vehículos para personas naturales, la realidad actual ha generado descontento entre la población y los empresarios. Esta situación podría agravar aún más la ya crítica situación económica del país, profundizando el descontento social.
Por supuesto, este descontento es entre aquellos privilegiados que pueden acceder a la compra de un vehículo; porque el cubano de a pie, ni el color puede ver.
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