La ciudad de Ciego de Ávila fue sacudida por un suceso tan doloroso como indignante. Nora Susana López Díaz, reconocida periodista del semanario Invasor, locutora de Radio Surco e integrante del equipo editorial de la revista de la Asamblea Provincial del Poder Popular, fue atropellada en plena vía pública por una motorina que luego se dio a la fuga.
El hecho, que ocurrió a plena luz de este miércoles, dejó a Nora gravemente herida, abandonada en la calle hasta que personas solidarias acudieron a socorrerla.
Actualmente, se encuentra ingresada en la sala de cuidados intensivos del hospital provincial. Su estado es grave y el pronóstico sigue siendo reservado. La noticia ha generado una ola de consternación y apoyo en redes sociales, desde donde se hizo un llamado a la colaboración ciudadana para esclarecer el hecho. Gracias a los testimonios de varios testigos, fue posible identificar al presunto responsable.
Se trata, según reportes, de un menor de aproximadamente 14 años de edad, que conducía la motorina a alta velocidad y, evidentemente, sin licencia de conducción. “Es un acto doloroso y alarmante, no solo por el estado de Nora, sino por el hecho de que un menor circulaba de forma tan irresponsable por la vía pública”, han comentado ciudadanos indignados. La policía ya realiza una investigación minuciosa sobre el incidente.
Este caso deja sobre la mesa una triste dualidad. Por un lado, hay cierto alivio al saber que se identificó al presunto responsable. Por otro, “no hay consuelo real cuando el implicado es un adolescente, cuya vida también queda marcada para siempre”. No se trata solo de aplicar justicia, sino de reflexionar sobre el contexto social que permite que menores conduzcan vehículos sin control alguno.
Esta tragedia debería ser una llamada de atención urgente para todos los padres que, de manera imprudente, entregan o permiten a sus hijos conducir estos vehículos motorizados. La falta de regulación, el descuido familiar y la ausencia de educación vial están creando un caldo de cultivo para desgracias como esta.
Hoy es Nora; mañana, tristemente, puede ser cualquiera. Solo queda esperar que Nora logre superar este difícil trance. Y que, de este hecho, surja un compromiso más serio con la seguridad vial, la responsabilidad parental y el valor de la vida humana.
Del perfil de Guillermo Rodríguez Sánchez