Frank Tavares, un dominicano conocido como “Sor Margarita”, engañó a dos conventos en Santo Domingo durante más de dos décadas. Desde los cuatro años se hizo pasar por monja, mantuvo relaciones con varias religiosas y hasta dejó embarazada a una de ellas antes de que su verdadera identidad fuera descubierta.
Su historia, llena de engaños, amor prohibido y luchas internas, se convirtió en una de las más insólitas del mundo religioso.
La vida de Frank Tavares cambió para siempre cuando sus padres murieron en un accidente automovilístico. Solo tenía cuatro años cuando sus abuelos, sin recursos para criarlo, lo entregaron al cuidado de un convento en Santo Domingo.
Desde el principio, las monjas lo trataron como a una niña debido a su apariencia física. Le pusieron el nombre de María Margarita y lo criaron bajo las estrictas normas del convento. Fue así educado como una joven novicia y le inculcaron los votos de castidad, obediencia y pobreza.
A los siete años, Tavares comenzó a notar diferencias en su cuerpo y a preguntarse sobre su identidad. En la adolescencia, su inquietud creció, pero su vida en el convento era todo lo que conocía. Temeroso de ser rechazado, decidió mantener su secreto y adaptarse a la vida monástica.
Para evitar sospechas, nunca se bañaba en presencia de las demás monjas, usaba ropa interior femenina y simulaba tener el periodo menstrual con trapos manchados de tinte rojo.
Cuando llegó a la adolescencia, su convivencia con las demás novicias se volvió más complicada. Algunas monjas comenzaron a notar rasgos masculinos en él y a sospechar que algo no cuadraba. Sin embargo, en lugar de denunciarlo, algunas iniciaron relaciones con él en secreto.
Tavares contó en entrevistas que sus primeras experiencias amorosas ocurrieron dentro del convento. Mantuvo relaciones con varias monjas, pero su vida allí se hizo insostenible. Las superioras se dieron cuenta de que algo extraño ocurría y le pidieron que abandonara el convento.
Fue así como llegó a un segundo convento, donde conoció a Silvia, la monja que marcaría su vida para siempre.
Silvia fue la primera mujer de la que Tavares se enamoró profundamente. A diferencia de sus relaciones anteriores, lo que sintió por ella fue amor genuino. Aunque intentaron mantener su relación en secreto, la pasión los llevó a encontrarse fuera del convento.
El secreto de Tavares se derrumbó cuando una exmaestra interceptó una carta de amor que le había enviado a Silvia. En 1979, las autoridades del convento expulsaron a Tavares de manera definitiva. Poco después, Silvia le confesó que estaba embarazada. Pero, tras ese día, nunca volvió a verla ni supo nada de su hijo.
Tras ser expulsado del convento, Frank Tavares tuvo que reinventarse. Con el tiempo, decidió contar su historia en el libro La monja desvestida, donde narra los detalles de su increíble engaño y las dificultades que enfrentó al salir al mundo exterior después de vivir más de dos décadas como monja.
A pesar del escándalo que generó su historia, Tavares ha mantenido un perfil bajo en los últimos años, evitando los reflectores y concentrándose en su trabajo como costurero. Su historia sigue siendo una de las más sorprendentes dentro del mundo religioso, un relato de supervivencia, engaño y amor prohibido que sigue fascinando a quienes la conocen.