Una cubana residente en Tampa, Raisa Bacallao, ha denunciado la venta de perfumes adulterados en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana, a través de un mensaje que compartió en redes sociales. La mujer, quien regresaba a los Estados Unidos tras su estancia en la capital cubana, afirmó haber sido víctima de una de las “estafas más grandes del mundo” en la tienda libre de impuestos del aeropuerto.
Bacallao relató que compró varios perfumes de la marca Suchel Camacho, entre ellos "Nao", "Eva" y "Blumon", cuyos precios oscilaban entre los 16 y 37 dólares, y que ninguno cumplía con lo esperado. La afectada describió que los perfumes habían sido “bautizados”, término que en Cuba se utiliza para referirse a productos adulterados, en este caso diluidos con agua. Según su relato, al aplicar el perfume, el olor desapareció antes de que pudiera siquiera salir de la habitación.
La vendedora, al parecer, utilizó un truco común: Bacallao explicó que le permitió probar perfumes originales de muestra, que tenían un aroma excelente. Esto le motivó a comprar una cantidad significativa. Sin embargo, los perfumes que le entregaron fueron guardados en bolsas de nailon selladas herméticamente, y la vendedora le hizo hincapié en que no debía abrirlos hasta haber pasado la aduana de los Estados Unidos. Al llegar a su destino, Bacallao descubrió que los productos no solo estaban diluidos, sino que prácticamente carecían de fragancia.
Las autoridades del aeropuerto y de la tienda involucradas aún no se han pronunciado sobre el caso, dejando en el aire si se tomarán medidas para evitar que situaciones similares afecten a otros.