Las líneas aéreas Iberia y Air Europa decidieron mantener suspendidas todas sus operaciones hacia Israel de manera indefinida debido a la creciente inestabilidad provocada por el conflicto armado con Irán.
La situación ha convertido al aeropuerto "Ben Gurión", principal punto de entrada aérea a Israel, en un lugar prácticamente desierto, reflejo de la grave crisis regional. La escalada bélica y la inseguridad en el espacio aéreo han obligado a las compañías a tomar una postura de extrema precaución, descartando cualquier retorno en el corto plazo.
Iberia, a través de su filial Iberia Express, fue la primera en abandonar el país a comienzos de mayo. Desde entonces, ha oficializado la cancelación de todos sus vuelos a Tel Aviv hasta el 25 de octubre. Esta decisión afecta a la ruta regular que conectaba Madrid con la ciudad israelí con una frecuencia de dos vuelos diarios. La compañía del grupo IAG ha implementado políticas de flexibilización para los pasajeros afectados, quienes pueden optar por el reembolso total del billete, el cambio de fecha o incluso la modificación del destino.
Además, en un gesto de cooperación internacional, los viajeros tienen la posibilidad de ser reubicados en vuelos de la aerolínea israelí EL AL, ya sea en la misma clase contratada o en la siguiente más baja disponible, siempre que haya plazas.
Air Europa confirmó la cancelación de todos los vuelos programados a Tel Aviv hasta el 31 de julio inclusive. Aunque no ha anunciado oficialmente una extensión de la suspensión más allá de esa fecha, fuentes cercanas a la aerolínea apuntan a que la reanudación del servicio podría tardar bastante más, dada la imprevisibilidad del conflicto. La compañía continúa evaluando la evolución de la situación sobre el terreno y mantiene la seguridad de pasajeros y tripulación como criterio prioritario.
"La clausura operativa del aeropuerto ´Ben Gurión´ y el éxodo de aerolíneas internacionales reflejan la magnitud de la amenaza regional actual. El transporte aéreo, como indicador de normalidad, se ha visto profundamente alterado, evidenciando la incertidumbre que impera sobre el futuro inmediato de los vínculos comerciales y turísticos con Israel."
La situación representa un duro golpe para la conectividad internacional del país y una señal de alarma para el sector aeronáutico.
En este contexto, las aerolíneas están optando por decisiones conservadoras que responden no solo a criterios de seguridad, sino también a una perspectiva de sostenibilidad operativa en tiempos de crisis.
Mientras el conflicto entre Israel e Irán no dé señales claras de desescalada, es improbable que se retomen las rutas canceladas. La recuperación del tráfico aéreo en la región dependerá en gran medida del retorno a condiciones mínimas de estabilidad y seguridad.
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