Fue detenida en Centro Habana una mujer que se hacía pasar por inspectora estatal para estafar a trabajadores por cuenta propia. La falsa funcionaria había recorrido distintos negocios particulares, exigiendo dinero bajo amenaza de imponer multas inexistentes.
Según reportes desde La Habana Vieja, la mujer operaba con un carnet falso de inspección, un talonario de multas y una recopilación de regulaciones que aparentaban legalidad.
Llegaba a los establecimientos, simulaba una inspección oficial y, luego de intimidar a los trabajadores con supuestas violaciones, exigía efectivo a cambio de "resolver el problema sin sanciones".
Durante un tiempo logró cometer sus acciones sin ser detectada.
Sin embargo, su suerte cambió cuando los afectados comenzaron a compartir imágenes de ella a través de un grupo de WhatsApp creado por los propios trabajadores del sector privado.
El objetivo del grupo era identificarla rápidamente y alertar a las autoridades si se presentaba en algún negocio.
La denuncia que permitió su captura ocurrió en un establecimiento ubicado en Figura, entre Monte y Tenerife, en el municipio de La Habana Vieja.
En esta ocasión, los trabajadores se negaron a entregarle dinero y alertaron a la Policía. Al notar la reacción, la mujer intentó escapar del lugar.
La falsa inspectora fue interceptada por oficiales vestidos de civil en la calzada de Belascoaín esquina Tenerife, y trasladada a la estación de la Policía ubicada en Zanja.
Las autoridades aún no han revelado la identidad de la detenida ni ofrecido detalles oficiales sobre el caso. Sin embargo, los vecinos y trabajadores involucrados destacan que llevaba tiempo ejecutando este tipo de estafas en diferentes puntos de la ciudad, afectando principalmente a pequeños negocios.
El perfil en redes sociales “El Cubano Fiel” difundió la noticia e instó a cualquier persona que haya sido víctima de esta mujer a acudir a la estación policial para presentar su denuncia formal y aportar información adicional.
El caso pone en evidencia la capacidad organizativa de los trabajadores por cuenta propia para enfrentar situaciones irregulares mediante redes comunitarias de alerta, en ausencia de protección institucional inmediata.
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