Las nuevas directrices migratorias impulsadas por Donald Trump en su segundo mandato han incrementado el temor entre la comunidad inmigrante, especialmente entre aquellos que aún no han logrado regularizar su estatus.
El caso de Oscar Sánchez, un joven cubano de 25 años, refleja con crudeza la situación actual. Oscar fue arrestado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al salir de la corte de inmigración en Houston, minutos después de que un juez desestimara su solicitud de asilo.
“No tenía idea de que esto podría pasarme. Me arrestaron sin previo aviso, justo al salir de la corte. No me dejaron ni un minuto para reaccionar”, expresó Oscar en una llamada a su tía desde el centro de detención.
Oscar llegó a Estados Unidos con la esperanza de escapar de la difícil realidad cubana y construir una vida en libertad. Sin embargo, su permanencia en el país se vio truncada tras la negativa judicial y la activación inmediata de una orden de deportación acelerada, una práctica que se ha vuelto más frecuente desde enero de 2025, cuando Trump firmó una orden ejecutiva restableciendo la política de “remoción expedita”.
La abogada Bianca Santorini, experta en temas migratorios, advirtió: “Es una práctica que está creciendo rápidamente. Cualquiera que esté en una situación similar a la de Oscar está en riesgo inminente de ser arrestado y deportado”. Esta política permite que cualquier inmigrante que lleve menos de dos años en el país, y no tenga estatus legal, sea deportado sin una audiencia completa si no demuestra temor creíble de persecución.
Organizaciones de derechos humanos han señalado que estas detenciones en cortes migratorias vulneran la confianza en el sistema legal y desalientan la participación en procesos judiciales.
No obstante, Santorini insiste en que los inmigrantes no deben dejar de asistir a sus audiencias: “Es mejor presentarse, incluso si el panorama es adverso. Hay estrategias, como solicitar audiencias virtuales, que pueden ofrecer protección legal”.
Mientras ICE argumenta que sus acciones están amparadas por la ley, cientos de migrantes viven en una constante incertidumbre. El caso de Oscar es uno entre muchos que reflejan el endurecimiento del enfoque migratorio actual, con consecuencias humanas profundas para quienes buscan un futuro mejor en Estados Unidos.
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